Dudamel y Residente se funden en Los Ángeles en una noche para el recuerdo
EFE
Una figura de la música clásica como Gustavo Dudamel y una estrella del género urbano como Residente fundieron su arte en Los Ángeles en una noche para el recuerdo en la que la Filarmónica de la ciudad californiana (LA Phil) reimaginó las vibrantes rimas del excantante de Calle 13.
«Estoy honradísimo: para mí es un honor trabajar con René. Es un genio, es un poeta», afirmó este domingo a Efe el maestro venezolano a pocos minutos de subir al escenario con el puertorriqueño.
«René, en su lírica y en su poesía, tiene un mensaje muy profundo, un mensaje social y humano muy poderoso. Y siento que, de alguna manera, realzarlo a través del sonido sinfónico y darle a la belleza que ya está escrita un color y un tono especial lo hace muy interesante», añadió.
El Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles acogió este atrevido y triunfal encuentro entre lo clásico y lo callejero que formaba parte de «Power to the People», un festival de LA Phil que homenajea la contribución de la música al progreso social y que cuenta en su programa con artistas como Patti Smith o Herbie Hancock.
Pero hoy era el turno de Residente, una de las grandes voces latinoamericanas del siglo XXI.
Con camiseta de tirantes, gorra y pantalón rapero, René Pérez saltó a un Disney Hall con entradas agotadas y abarrotado de público hispano para demostrar que sus letras reivindicativas y festivas también pueden triunfar con una orquesta como respaldo.
Si había dudas de cómo podría adaptarse la Filarmónica de Los Ángeles al descaro y el nervio de Residente, quedaron disipadas muy pronto con una «El aguante» que sonó tensa, desbordante e imparable.
«El proceso ha sido muy natural», comentó Dudamel a Efe sobre este reto de la Filarmónica.
«Dentro de su estilo, René usa muchas melodías y armonías que funcionan muy bien, y evidentemente el ritmo. Pero creo que se ha logrado un hermoso balance sinfónico. Y se siente. Fíjate, el español no es el idioma de la orquesta, pero se sienten conectados porque la misma lírica, la misma poesía, te lleva, te da como un fraseo de lo que puedas estar tocando», aseguró.
Además de la evidente complicidad entre el director de orquesta y el rapero, también hubo momentos simpáticos que reflejaron lo singular de esta colaboración musical.
«¿Puedo hablar entre las canciones?», preguntó con cautela Residente a un sonriente Dudamel.
La timidez no le duró nada y la reivindicación de clase de «Baile de los pobres», con unos sinuosos arreglos de la Filarmónica, alcanzó un significado especial al escucharse en uno de los auditorios más exclusivos del mundo.
LA Phil, con un Dudamel en segundo plano cediendo el protagonismo a su invitado, presumió de versatilidad con el lamento emotivo de «Desencuentro», el arrebato pacifista de «Guerra» o el ritmo irresistible y boricua de «La Perla».
Con un alma tan rebelde como la de Residente, el grito descolonizador y panamericano de «Latinoamérica» llenó de orgullo latino un Disney Hall que incluso se aventuró a probar como sería el perreo sinfónico en «Bellacoso».
«No me la sé muy bien, pero voy a intentar cantarla», admitió Residente ante uno de los momentos más impactantes de la velada.
El cantante presentó la semana pasada «René», un conmovedor tema autobiográfico de casi ocho minutos sobre la depresión, la salud mental y la presión social, y hoy la llevó al directo con una impresionante interpretación que encogió el corazón de los espectadores.
«Ha sido un honor colaborar con estos increíbles músicos», cerró Residente con todo el público de pie por una arrolladora «Atrévete-te-te» que confirmó lo que Dudamel había adelantado a Efe horas antes: que este concierto serviría también para construir y crear «nuevas audiencias».
«Es muy importante crear esos vínculos a través de los cuales nos conectemos cada vez más, nos entendamos y veamos pues que la música es una», dijo Dudamel, que en abril irá de gira a España.
«¿Hay distintos estilos? Sí, es verdad. Pero todos los estilos están entrelazados por la misma música, por la misma dimensión, por la misma belleza de lo que significa la música. Por eso lo veo como algo importante y necesario: que esas interacciones, que podrían ser vistas como algo imposible o una utopía, verdaderamente son reales, como lo que está sucediendo con René aquí», finalizó.