Douglas Valle, una nueva voz de la poesía venezolana - 800Noticias
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Por Analid Rojas | 800 Noticias

En un mundo donde la tecnología nos ha separado del placer de la lectura, Douglas Valle, un tímido joven de 26 años que apuesta por el arte de poesía en Venezuela, antes de iniciar la entrevista comenta con una sonrisa, “sé que si quiero llegar lejos, tengo que darme a conocer a través de las cámaras, pero prefiero escribir”.

Valle es periodista y trabaja como community manager, “el título de poeta me lo adjudicaron las personas que me rodearon y me ayudaron al momento de revelar lo que yo escribía”. El artista emergente cree que “uno nace con eso, solo falta creerlo y hacerlo realidad al mantenerte despierto”.

Al autor le brillan los ojos cuando rememora que escribe “desde los 12 años de edad, con el tiempo y años conocí personas que me guiaron e impulsaron a escribir. Hace dos años conocí a mi editora ( Raquel Markus-Finckler) que me reforzó y dijo: Eres un diamante en bruto, sácale provecho a lo que tienes, revélate al mundo”.

Fue gracias a este respaldo que pudo “viajar a otros países para representar a Venezuela y compartir con más de diez poetas internacionales”, luego que su poemario fuera incluido en la Fundación Universitaria del Área Andina en Colombia y la Biblioteca José Fernández Madrid de la Universidad de Cartagena.

Además, fue invitado a participar en el VII Festival Internacional de Poesía y Encuentro Nacional de Declamadores “Clemencia Tariffa” y el 5.º Encuentro Internacional con el Autor.

A raíz de esta proyección internacional, Valle fue invitado a Argentina “a representar a mi país” en octubre de este año.

 

El introvertido poeta muestra su lado más gracioso cuando entra en confianza, al hablar de su inspiración relata que se considera un puente, “de pequeño, yo decía que había una persona que escribía por mi. Me llegaba la inspiración y yo era el puente, con la finalidad de expresar. Hoy día digo: son cosas de la vida, para que no me digan loco”.

Su gran musa viene de la tristeza porque “todos hemos pasado por un momento de nostalgia, lleno de mucho sentimiento y queremos expresarlo de alguna manera, en mi caso, es escribir”. Un hábito que surgió desde su infancia “y las situaciones que he vivido”.

A través de sus poemas, también plasma las vivencias de personas cercanas, “no siempre se trata de mi; soy empático y me pongo en la posición de la otra persona, trato de sentir a la otra persona, expresar lo que esa persona no puede decir, o no sabe cómo decirlo, ahí es donde yo escribo”.

Su estilo lleno de profundos sentimientos, es una especie de huella digital, Valle considera que “cada artista tiene algo que lo representa, lo identifica; en mi caso, me gustaría que fuera la nostalgia, la tristeza, el recuerdo. Más allá de tener poemas sociales, de amor, de alegría; no me llenan tanto como cuando me desahogo a través de las letras”.

 

La lectura también lo motiva, “no es un secreto que los grandes artistas se inspiran a través de la tristeza, de algún momento doloroso nace una obra los catapultó”.

Al ser cuestionado sobre los desafíos que enfrenta para escribir, lo primero que se le salta a la mente, “es el lugar, puedo escribir en una fiesta, playa, piscina, casa y tener los implementos a veces cuesta arriba”.

Después recuerda que uno de los retos es, “cada vez me vuelvo más exigente” y llega al punto en que “la obra deja de ser obra, ya no te gusta lo que empezaste a hacer desde un principio”.

En un instante la excelencia choca con la inspiración, “el arte deja de ser arte, empiezas a vender un producto (…) Yo empecé escribiendo crónicas, sin saber que eran crónicas y cuentos, antes escribía y decía: Esto está bueno. Ahora escribo y digo: No está mal y la obra nunca está terminada”.

Cuando le toca habla de su primer libro despierta una sensibilidad y autenticidad en sus palabras, “Salto de fe” no es un libro religioso, aclara mientras mira por encima de sus lentes, y explica que “al momento de escoger el título pensé en la obra que me salvó: ‘Cumbre borrascosas’”.

“La persona que me lo vendió dijo: agarralo leerlo en cualquier parte, si allí hay algo que te interesa, sigue leyendo y compralo, sino pasa a otro. Hice el sacrificio, lo compré y me gusto”, relata con una emoción nostálgica, digna representación de su estilo.

 

“Salto de fe” es una expresión de ese instante, al borde del precipicio, a punto de descender, “no sabes si abajo te está esperando alguien o sencillamente de vas a caer”, expresa con una sencillez que deslumbra.

Entre sus referentes están Miguel Gane y Carlos Caballero, “Miguel, va hacia el lado del amor; Caballero, va hacia la desilusión: Ese humano que vive, se decepciona y desilusiona, pero, aún así, piensa que todo está bien; pero no, en el fondo no lo está”.

En el poemario “Salto de fé” vas a encontrar “mucha nostalgia y respeto hacia nuestro pasado porque es lo que somos hoy”.

Douglas Valle se siente parte de la generación emergente dentro de la literatura venezolana, “hay una nueva camada, mucho talento emergente y no se les da la exposición necesaria, es allí donde entro yo, como muchos en Venezuela”.

Después del poemario, el joven poeta espera conquistar Europa para el 2025, “siempre con una buena cara, seguir escribiendo y seguir apostando por un país lleno de dificultades pero que no deja de soñar”, comenta con una sonrisa pícara que le ilumina el rostro.

 

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