Dos sismos de magnitudes 4 y 3,6 sacuden a El Salvador sin víctimas
EFE
Dos sismos de magnitudes 4 y 3,6 en la escala abierta de Richter con epicentro en las aguas del océano Pacífico sacudieron este miércoles la zona sur de El Salvador, sin que hasta el momento se reporten consecuencias.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) indicó que el temblor de magnitud 4 se registró a las 13.14 hora local (19.14 GMT) frente al departamento de Usulután (este).
El movimiento telúrico, localizado a 86 kilómetros al sur de la playa El Espino, se dio a 40,35 kilómetros de profundidad y alcanzó una intensidad de dos en la escala modificada de Mercalli.
El temblor de 3,6 se produjo a las 12.03 hora local (18.03 GMT) frente al referido departamento a 35 kilómetros al sur de la desembocadura del Río Lempa.
La profundidad focal de este temblor fue de 43,96 kilómetros y la intensidad en la escala de Mercalli también fue de dos grados.
El nivel de daño potencial de ambos sismos fue «ninguno» y la percepción entre la población fue «muy débil», según los estándares manejados por las autoridades medioambientales salvadoreñas.
Los expertos salvadoreños registraron la mañana un temblor de magnitud 3.7 frente al departamento de La Libertad con 41,22 kilómetros de profundidad e intensidad de dos.
En El Salvador, la mayoría de los sismos que se producen habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacífico y a mucha mayor profundidad, lo que en ocasiones los hace imperceptibles para la población, mientras que los que se originan en tierra próximos a la superficie son más sentidos y dañinos.
La última vez que El Salvador fue asolado por los movimientos telúricos fue en el año 2001, cuando se produjeron dos terremotos de magnitud 7,7 y 6,6.
El primero temblor se registró en el océano Pacífico frente a la costa oriental del país el 13 de enero y dejó 944 personas fallecidas, mientras que el 13 se febrero del mismo año, se produjo otro, con epicentro en el departamento de San Vicente (este).
Este último terremoto causó la muerte de 315 personas, dejó 82 edificios públicos dañados y 41.302 viviendas destruidas a nivel nacional.