Dos hermanas y una demencial competencia: quién adelgaza más
Con Información de El Clarín
Desde los 12 años, Courtney aspiraba a ser tan «popular» como Rebecca. » Siempre quise ser como ella . Era muy bonita, siempre tenía chicos a su alrededor, le gustaba a todos mis amigos varones: pensaban que ella era cool «, contó la joven al diario británico The Mirror.
Pero su hermana se burlaba de ella por su cuerpo de 57 kilos, que en realidad era un peso normal para su contextura. Cruelmente la llamaba «culo gordo» o «cerda gorda» . «Ella me hizo sentir realmente horrible», relata Courtney. En consecuencia, la adolescente empezó a comer cada vez menos . En un año perdió 22 kilos y a los 15 años estaba esquelética.
Ante la delgadez de la chica, su hermana también quiso perder peso y ambas empezaron una peligrosa rivalidad por demostrar quién era más flaca . «Ella fue mi thinspiration «, dijo Rebbeca, en un combinación de palabras entre «thin» (delgado) e «inspiration» (inspiración). Cuanto más peso perdía una, más fuerte ejercitaba la otra. Jugaban al tenis durante seis horas , lo que las dejaba exhaustas. Consumían solo 350 calorías diarias y su dieta consistía en pan y cereales.
«Yo planeaba perder dos kilos, pero llegamos al punto en que Becky y yo vivíamos con casi nada. Estábamos compitiendo para ser la hermana más delgada. Becky se dio cuenta de que lo que estábamos haciendo era peligroso pero yo fui mucho más lejos . Lo único en lo que pensaba era en perder más peso», contó Courtney a The Mirror . La joven llegó a pesar 31 kilos, pero quería seguir adelgazando.
«Difícilmente comíamos toda la familia junta, así que mis padres no tenían idea de lo que estaba pasando», señaló la joven. Hasta que directivos de la escuela donde estudiaba se contactaron con sus padres. La chica fue puesta bajo la supervisión de un médico y gradualmente empezó a ganar peso.
Pero su vida tuvo otro giro dramático. Courtney empezó a tomar y un día, alcoholizada, chocó la camioneta familiar. A los 17 años, sus padres la mandaron a un centro de rehabilitación y, gracias a la ayuda profesional, empezó a darle un giro a su destino. Ahora Courtney pesa alrededor de 50 kilos , sigue visiblemente delgada pero está saludable. Espera volver al colegio y busca generar conciencia sobre los riesgos que implica la anorexia. En las redes sociales comparte imágenes de sus peores épocas, comparadas con su presente. Una y otra vez, repite una palabra a modo de etiqueta: «recuperada».