¿Dormirá más o menos con el cambio de horario?
Redacción 800 Noticias
Ya estamos en septiembre. En el hemisferio norte, eso significa que el otoño está a la vuelta de la esquina, aunque las temperaturas no lo demuestren. Y también que más pronto que tarde tendremos esa hora extra de sueño que da paso al horario de invierno. En España, el próximo domingo 27 de octubre, a las 3 de la mañana volverán a ser las 2 en la península y las islas Baleares y a las 2 será la 1 de la mañana en las islas Canarias.
Lo cierto es que esto parece el cuento de nunca acabar. Hace varios años que desde la Unión Europea vienen hablando de la intención de dejar el horario fijo. Aún no está claro si dejarían el horario de invierno o el de verano, aunque los científicos tienen claro cuál sería el mejor.
Sea como sea, en España aún nos quedan un par de años de cambio de hora. Y es que, según puede leerse en el BOE, ya están acordadas cuáles serán las fechas del inicio del horario de invierno y verano para 2025 y 2026. Llegados a ese punto, quizás por fin se deje un horario estable. O quizás no. De momento, solo tenemos incertidumbre al respecto.
¿Horario de invierno o de verano?
El horario de invierno suele empezar siempre a finales de octubre, cuando los relojes se atrasan una hora durante la madrugada. De ese modo, los días parecen mucho más cortos, ya que amanece antes y hacemos parte de nuestra rutina de tarde ya en la oscuridad. En cambio, el horario de verano comienza a finales de marzo, con el adelanto de una hora en los relojes durante la madrugada. Como resultado, nos levantamos casi siempre de día y, si somos de dormir pronto, lo haremos de día también. Dado que en España no somos precisamente de dormir pronto, al final lo que hacemos es acostarnos mucho más tarde, ya que al ser de día tendemos a retrasar ciertas rutinas, como la cena.
Este es el motivo por el que los científicos expertos en sueño consideran que sería mejor dejar el horario de invierno. Nuestro cerebro se adapta mejor a este cambio de hora, porque nos despertamos y nos vamos a dormir con poca luz. Dado que los ritmos circadianos que rigen el sueño los marcan las cantidades de luz y oscuridad, la mejor situación para que nos sintamos descansados es esa. En cambio, en verano, al retrasar todo por el aumento de horas de luz, nos vamos a dormir más tarde y estamos más cansados al día siguiente. Además, durante los primeros días sentimos que nos falta una hora continuamente.
Las personas que no suelen tener problemas de sueño tardan unos 5 días en adaptarse al horario de verano. Sin embargo, quienes suelen padecer insomnio pueden tardar bastante más. En cambio, con el horario de invierno apenas hay que adaptarse, porque todo es más natural para nuestro cuerpo.
¿Cuándo se quedará fijo?
En realidad, el cambio de horario es más algo social que científico. Es cierto que se implantó con la intención de ahorrar energía. Sin embargo, se ha visto que alargar las horas del día para que no tengamos la luz encendida durante tanto tiempo no supone un ahorro energético significativo.
Durante mucho tiempo fue algo totalmente heterogéneo. En Estados Unidos, por ejemplo, cada estado tenía el suyo. Con el tiempo se fue homogeneizando, aunque actualmente sigue habiendo algunas excepciones. Incluso hay regiones que no cambian la hora. Se trata de Puerto Rico, Samoa Americana, Islas Marianas del Norte e Islas Vírgenes, así como los estados de Hawái y Arizona.
En España, durante la Guerra Civil cada lado del frente tenía su propio horario. Uno en el lado golpista y otro en el republicano. Más tarde, el dictador Francisco Franco impuso el horario alemán. Por eso, actualmente casi todo el horario español tiene la Hora de Europa Central o CET en vez de la de Europa Occidental, que sería la que nos correspondería. Esto supone un adelanto de unos 60 minutos respecto al sol en el horario de invierno y dos horas en verano. Las discrepancias son muy claras sobre todo en terrenos occidentales, como Galicia, donde en verano es de día a las 22:00 y en invierno el sol no sale hasta las 9 de la mañana.
Los cambios actuales se rigen por las directivas europeas. Por eso, si finalmente se opta en bloque por dejar un horario fijo, España se sumaría a la decisión. ¿Será el horario de invierno o el de verano? Si se hace caso a los científicos, posiblemente se quede fijo el primero. De cualquier modo, hasta 2026 nada va a cambiar. No te olvides de cambiar tu reloj cuando llegue el momento.
Con información de Hipertextual
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