¿Dónde nacieron las cartas del tarot?
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La película Cleo de 5 a 7, de la cineasta Agnès Varda y enmarcada en el contexto de la Nouvelle Vague, comienza con un plano interesante: unas cartas se despliegan sobre una mesa para vaticinar si la ansiosa protagonista podría estar enferma de cáncer, una duda que le carcomerá durante toda la película. El tarot es un aliado frecuente de la cultura popular, y un amigo de las reuniones entre amigos un tanto esotéricos, que pretenden ver el futuro en los posos de café, las estrellas o una baraja de cartas.
Dejando a un lado el famoso efecto Forer (ya se sabe, tendemos a creer afirmaciones excesivamente ambiguas que pueden encajar con nuestra vida o nuestra personalidad), lo cierto es que el tarot ha formado parte del día a día del ser humano desde hace cientos de años. Como sucede en los momentos de crisis, en los que las sociedades parecen más perdidas que nunca, en la actualidad parece triunfar de nuevo entre los más jóvenes. En otra ocasión contábamos en este medio que, sin ir más lejos, en Madrid puedes visitar varios lugares en los que por un módico precio puedes comerte una pizza o saborear una copa mientras esperas a que una pitonisa te lea el futuro a través de sus cartas.
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Pero, ¿cómo y cuándo surgió el tarot? ¿Qué quieren decir sus cartas?
El origen del tarot no está del todo claro y hay varias leyendas en torno a su aparición. Para algunos, habría surgido en el Antiguo Egipto, concretamente en el templo de Ptah en Menfis, aunque esta creencia es más mitológica y legendaria que realista. También se habla de la Torá y la Cábala, como posibles influencias. Otros señalan su origen en las cartas Mamluk de los mamelucos (que se pueden encontrar en el Palacio Topkapi de Estambul), una baraja parecida a la del tarot que habría viajado por el Mediterráneo y la ruta de la Seda hasta llegar a Europa. Pero, probablemente, su verdadero origen esté (según la mayoría de las fuentes históricas) en las cortes del norte de Italia del siglo XV.
El primer mazo completo del que se tiene registro es el Tarot de Visconti-Sforza, que se hizo a mano por encargo del Duque de Milán alrededor de 1440, en pleno Renacimiento
Existen muchas versiones, pero el primer mazo completo del que se tiene registro es el Tarot de Visconti-Sforza, que se hizo a mano por encargo del Duque de Milán alrededor de 1440, en pleno Renacimiento. Existen hasta once versiones del mismo y habría sido pintado para celebrar la conquista del poder en Milán por Franceso Sforza y su esposa Bianca María Bisconti. En un primer momento, carecía del carácter adivinatorio que ahora se le presupone.
Pero el tarot más famoso de todos los tiempos es, sin duda, el de Marsella, lo que hace que algunas personas consideren que probablemente surgió en la ciudad francesa. Se remonta a la primera mitad del siglo XV y está compuesto por 78 cartas divididas en cuatro palos distintos (espadas, bastos, copas y oros), cada una de ellas con su propia imagen y significado. Su origen exacto es un misterio, aunque hay varias teorías en torno a sus dibujos, como que fue creado por el grabador y pintor Pierre Madenié.
En la época de Carlos de Borbón y Austria se creó un tarot que representaba a figuras sumamente famosas: la dama de tréboles era Maria de Anjou, la dama de picas, Juana de Arco, o la dama de corazones Isabel de Baviera.
Sea como sea, existen muchos naipes adivinatorios con distintos dibujos y procedencias. Desde figuras que representan a dioses egipcios a los naipes que causaron sensación en la época de Carlos VII (de Borbón y Austria), que representaban a figuras sumamente conocidas (la dama de tréboles era Maria de Anjou, la dama de picas, Juana de Arco, o la dama de corazones Isabel de Baviera, por poner algunos ejemplos) hasta la actualidad, son muchas las diferentes barajas. A principios del siglo XX algunos pintores de la talla de Salvador Dalí o Leonora Carrington crearon sus propias (y preciosas) versiones. El tarot de Marsella fue amado por muchos surrealistas que veían en las cartas un mundo de posibilidades relacionadas con los sueños.
En la actualidad, las cartas del tarot han vuelto a estar de moda entre las figuras más relevantes del panorama nacional e internacional. Ejemplos: la actriz Anya Taylor Joy contaba en una entrevista para Vogue que siempre suele llevar en el bolso un naipe para echar las cartas en las fiestas, algo que también han asegurado hacer Beatriz Luengo, aunque sus cartas son «de los ángeles», y el disco La emperatriz de la cantante Rigoberta Bandini hace referencia a uno de los arcanos de la baraja (y sí, ella también dice llevar un tarot en el bolso).
A principios del siglo XX algunos pintores de la talla de Salvador Dalí o Leonora Carrington crearon sus propias versiones del tarot
Hay muchos sistemas de tirar las cartas, en función de lo que quiera preguntar aquel que necesita conocer su futuro. Desde la tirada de la pirámide a la tirada de la cruz mística, pasando por la comúnmente conocida como «tirada de la gitana», cada una de ellas interpreta los arcanos de un modo distinto e intenta dar respuesta a la pregunta de aquel cuyo destino pende de un hilo.
En cuanto a los arcanos, ya sea que se tiren del derecho o de manera invertida, cada uno de ellos tiene una representación general. Son: el mago, la sacerdotisa, la emperatriz, el emperador, el sumo sacerdote, los enamorados, el carro, la justicia, el ermitaño, la rueda de la fortuna, la fuerza, el colgado, la muerte (aunque parece tener una simbología funesta, generalmente representa una transformación o un cambio), la templanza, el diablo, la torre, la estrella, la luna, el sol, el juicio, el mundo y el loco.
Con información de El Confidencial.
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