Doce muertos, incluido un alcalde, en una redada antidroga en Filipinas
EFE
Al menos doce personas, entre ellas un alcalde, han muerto este domingo en Filipinas en un tiroteo durante una redada de la Policía contra el tráfico de drogas en el norte de la isla de Mindanao, en el sur del país.
La Policía acudió de madrugada a Ozmaiz, en la provincia de Misamis Occidental, con media docena de órdenes de arresto contra el alcalde de esta ciudad, Reynaldo Parojinog, y varios de sus familiares por supuesto tráfico de drogas y armas.
El jefe de la Policía de Mindanao del Norte, Timoteo Pacleb, dijo que los agentes fueron recibidos con disparos al acercarse a la casa del alcalde.
«El personal de la Policía se encontró con ráfagas de disparos», lo que llevó a los agentes a responder, dijo Pacleb según la televisión GMA.
Pacleb confirmó que además del alcalde en el enfrentamiento también murió su esposa Susan y otro miembro del clan familiar y del gobierno provincial, Octavio Parojinog.
Al menos un agente sufrió heridas a causa de una explosión durante el tiroteo.
El jefe de la Policía provincial, Jaysen de Guzman, manifestó que, además del alcalde, las órdenes de detención incluían a su hija y vicealcaldesa, Nova Princess Parojinog-Echavez, al edil Ricardo Parojinog y al diputado provincial.
Pacleb confirmó que la vicealcaldesa se encuentra bajo custodia policial mientras que De Guzman aseguró que tras la redada en la residencia del alcalde se encontró armamento diverso, incluidas granadas y rifles, una cantidad indeterminada de drogas y dinero.
Los Parajinog fueron incluidos en la lista que el presidente, Rodrigo Duterte, publicó el año pasado, en la que señaló a más de un centenar de políticos, jueces y policías acusados de estar implicados en el narcotráfico.
Al menos otros dos alcaldes han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad -uno de ellos cuando ya se encontraba en prisión- desde que fueron acusados por Duterte, quien tras asumir el cargo el año pasado inició una sangrienta campaña contra las drogas.
Más de 7.000 personas han muerto desde que comenzó esta controvertida campaña, la mitad de ellos sospechosos abatidos por policías.
Duterte reiteró el pasado lunes que mantendrá la lucha «implacable» contra el tráfico de drogas pese a las numerosas críticas que recibe dentro y fuera del país. EFE