Director de Black is King: Beyoncé tiene muy claro lo que quiere
EFE
Al terminar «Black is King», el nuevo «álbum visual» de Beyoncé, aparece en los créditos el nombre de la cantante y justo después está el de Kwasi Fordjour, codirector de este exuberante homenaje a la cultura negra y quien ensalzó la visión detrás de las cámaras de la estrella del pop.
«Verla como directora es probablemente la cosa más educativa que puedas experimentar. Tiene muy claro lo que quiere en cada momento, es muy específica. Su dirección es enormemente matizada», explicó en una entrevista con Efe.
«Y al mismo tiempo, aplica y reafirma la idea de autenticidad: ser tú mismo y serlo de manera natural. Eso fue muy importante para ella porque es al final algo que queremos que la gente se lleve de la película (…). Era como un actor de método: para crear algo que va sobre la propia identidad y sobre la celebración de la cultura, tienes que aplicar eso en el set», añadió.
Nacido en Estados Unidos en una familia con raíces de Ghana, Fordjour fue el principal socio de Beyoncé en la dirección de «Black is King».
Y aseguró que solo hay un camino para convertirse en un estrecho colaborador de una de las mentes creativas más brillantes del pop.
«Trabajar duro. Mi viaje está lleno de muchas lágrimas, mucho trabajo duro, mucha investigación, muchos fallos (…). Y creo que es así como llegas a este tipo de espacios: siendo capaz de perseverar a través de esos momentos», describió.
DEL CLIP A LA PELÍCULA
Al principio, Fordjour creía que iba a rodar con Beyoncé una serie de videoclips para apoyar el lanzamiento de «The Lion King: The Gift» (2019), un disco inspirado en el «remake» de «El Rey León» (2019).
«Ese fue el comienzo de todo, pero de ahí creció de manera orgánica hasta ser una película», explicó.
El resultado es «Black is King», un «álbum visual», según la propia descripción de Beyoncé, que se estrenó en Disney+ la semana pasada y que seguía los pasos del cautivador «Lemonade» (2016).
En este caso, Beyoncé aborda temas como el orgullo negro o la diáspora africana por medio de clips musicales enlazados que se articulan, de forma más evocadora que narrativa, en torno a la trama de «El Rey León».
«También hay otras cosas como la identidad propia, que es algo enorme y universal», apuntó Fordjour.
«Por supuesto que nos enfocamos en una cultura muy relevante para nosotros como creadores, pero el tema con el que yo conecté en último término es la identidad propia. Como un hombre joven y en evolución, y estoy seguro de que tú también te puedes identificar con esto, te enfrentas constantemente con la idea de la identidad, de quién eres y dónde estás en tu masculinidad, y de cómo tus movimientos afectan a todo lo que está a tu alrededor», dijo.
UN COMPLEJO PROYECTO EN EL MOMENTO PRECISO
El admirable (y extraordinariamente colorido) despliegue de puesta en escena, coreografías, fotografía y vestuario de «Black is King» exigió que sus responsables se plantearan una producción a gran escala que duró un año y que se rodó (a veces de forma simultánea) en lugares como Ghana, Nigeria, Bélgica o EE.UU.
«Mientras estaba en Sudáfrica, me estaba comunicando con el equipo de Londres», ejemplificó Fordjour.
«Esto fue una obra de amor porque creo que todos los colaboradores vieron algo de ellos mismos en esto, y eso fue lo que aportaron al proyecto. Eso lo hizo fácil (…) aunque tampoco diría que el proceso fue tan fácil como estoy haciendo que suene ahora…», dijo entre risas.
Por último, Fordjour habló sobre las conexiones inesperadas que «Black is King», una cinta ideada meses antes de las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía, encontró con el actual auge de Black Lives Matter y las manifestaciones antirracistas en EE.UU.
«Queríamos que la gente que viera esta película se sintiera vista y representada», señaló.
«Nunca deberías olvidar quién eres, quiénes eran tus antepasados, y el núcleo de quién eres. Para mí es así como la película se relaciona con el movimiento de Black Lives Matter y eso sucedió de manera natural», cerró. EFE