Dile adiós al vello incrustado y luce una piel radiante
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Tanto hombre como mujeres sufren con el vello incrustado luego de las afeitadas. En algunas personas es más común que en otras esta desagradable, dolorosa e incluso antiestética situación.
El vello incrustado o infectado puede ocurrir tras el afeitado o la depilación con cuchilla, hilo o cera.
Vello incrustado
Los vellos incrustados o encarnados son pelos que no crecen hacia el exterior, sino que crecen debajo de la piel hacia los lados debido a que los folículos pilosos se encuentran obstruidos por las células muertas de la piel.
Estos se presentan con frecuencia después del afeitado o la depilación de algunas áreas del cuerpo (ingles, axilas, glúteos, muslos, piernas).
Aunque la mayoría de las veces no genera mayores complicaciones, puede causar dolor, comezón, enrojecimiento e hinchazón.
En ocasiones puede incluso infectarse debido a la colonización de las bacterias presentes en la superficie de la piel.
Foliculitis
La foliculitis es una afección cutánea causada por la inflamación de uno o más folículos pilosos en el rostro o el cuerpo.
Esta molestia se inicia cuando los folículos se dañan o bloquean, normalmente por fricción contra la ropa, tras el afeitado y muy comúnmente como consecuencia de la depilación con cera, ya que muchas veces se queda pegada, obstruyendo el poro y por tanto impidiendo que el pelo salga, quedándose enquistado bajo la piel.
Síntomas
– Pequeñas pápulas y pústulas (granos con pus) en ingles, nalgas, muslos o barba, aunque puede ocurrir en cualquier otra parte de la piel, incluso en el cuero cabelludo.
– Suele producir inflamación.
– Dolor leve o intenso (si hay infección y dependiendo de la zona).
– Prurito e irritación, y es bastante molesta, aparte de antiestética.
Debes saber
Este es uno de los problemas más frecuentes tras el afeitado. Por ejemplo, en la mayoría de los hombres con una barba densa y rizada tienen tendencia a que los pelos se curven y se incrusten.
También puede observarse en pacientes que tienen tendencia a afeitarse en exceso y en contra de la dirección del crecimiento del vello.
La utilización de hojas o maquinas viejas hace que la superficie de corte del pelo tenga más facilidad para clavarse de nuevo en la piel y producir el incrustado.
¿Cómo prevenirlo?
En la mayoría de los casos es fácil solucionar el problema con constancia y los cuidados adecuados.
Antes de afeitarse y para que el vello no se entierre en la piel y la depilación resulte un éxito, es necesario realizar una vez por semana una exfoliación corporal o facial que elimine las capas de piel muerta y así evitar que ésta crezca sobre el vello que comienza a salir.
Además, limpia diariamente tu piel con jabones y geles que respeten el pH, e incluso, aplica después una loción hidratante específica.
Se recomienda que las personas con predisposición al problema mantengan una higiene adecuada con el uso de jabones yodados y antisépticos tópicos o lociones con clorhexidina en las zonas afectadas y tras la depilación.
También se recomienda el uso de prendas de algodón y evitar el uso de ropa ajustada. En el caso de los hombres, cuidar la piel de la barba frecuentemente con productos recomendados por el dermatólogo.
Tratamiento
En caso de que la exfoliación no sea suficiente para acabar con el vello incrustado, derivando en quistes o granos, será necesario recurrir a un profesional que prescriba el tratamiento adecuado.
El dermatólogo realizará un diagnóstico que evite posibles complicaciones que puedan producir extensiones de la infección (forúnculos, quistes), quemaduras y cicatrices, por ejemplo; además de recetar el remedio adecuado según sea el caso.
Finalmente, jamás se debe intentar sacar el pelo incrustado con pinzas o apretar con los dedos, dejará pequeñas marcas y cicatrices, además de que los poros pueden infectarse y crear así un problema mayor.