Diálogo de México: Chavismo y oposición pueden volver a encontrarse
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Una reanudación de las negociaciones entre la administración de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria opositora es probable, a pesar de las «asimetrías» entre ambas coaliciones, dijeron analistas.
En agosto de este año, en Ciudad de México, bajo el acompañamiento de un facilitador noruego y el canciller mexicano, los jefes de las delegaciones de ambas partes firmaron un memorando de entendimiento para iniciar un nuevo proceso de negociación.
Luego de la firma, en la primera ronda de conversaciones, el chavismo y la la plataforma unitaria anunciaron acuerdos para la “ratificación y defensa de la soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba” y otro para “la protección social del pueblo venezolano”, que incluía la creación de una mesa nacional de atención social.
En el segundo encuentro, las partes aseguraron haber “acercado posiciones» en la búsqueda de soluciones a la crisis social, económica y política, además de seguir la identificación de “mecanismos de consulta” con actores políticos y sociales.
El ritmo que llevaban las negociaciones se cortó a mediados de octubre cuando, poco antes de que iniciara la tercera ronda, el empresario colombiano Alex Saab, a quien la parte chavista había incorporado como delegado, fue extraditado desde Cabo Verde a Estados Unidos. En protesta, el gobierno venezolano decidió no asistir y desde entonces no se han dado más encuentros.
Los analistas coinciden, no obstante, en que la mesa de diálogo eventualmente se restablecerá, según un reportaje publicado por La Voz de América (VOA).
Carmen Beatriz Fernández, consultora política y profesora de la Universidad de Navarra en sistemas políticos, dijo que a pesar de la percepción de que el diálogo no ha sido lo “deseable”, en cuanto a avances concretos, es “lo realista” en este tipo de conversaciones.
“Este proceso ha sido mucho más discreto que los otros procesos anteriores, que han sido abortados y que han sido fallidos, y eso en sí mismo podría ser un buen augurio”, agregó la analista.
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), dijo que no tenía expectativas sobre estos encuentros, pues se trataba de una negociación “totalmente asimétrica” donde las delegaciones se presentaban con agendas “incompatibles”.
“El gobierno iba buscando reducción de sanciones y la oposición iba buscando condiciones electorales y una elección presidencial”, explicó.
El politólogo y analista del proceso de paz Francisco Alfaro Pareja concuerda en que hubo trabas por las marcadas diferencias de ambas coaliciones.
Sin embargo, considera un «acierto» que el proceso sea visto como «incremental» y deje la puerta abierta para acuerdos parciales, pues hay temas en los que se puede ir llegando a acuerdos mientras se trabajan los temas más complejos.
El politólogo Alfaro Pareja considera que a ambas delegaciones aún les conviene el diálogo.
En el caso de la coalición del gobierno, podrían continuar buscando alivianar las sanciones y un mayor reconocimiento internacional.
Para la plataforma unitaria, el diálogo es una de las opciones que cuenta con la participación de la comunidad internacional.
Considera necesario que se lleven adelante acuerdos como el que establecía una mesa de atención social, pues sería “un primer paso fundamental” y serviría de “señal” de progreso, dijo el experto.
En contraste, indicó que el tema de la justicia podría ser uno de los más difíciles de abordar. Mientras la oposición afirma que en Venezuela el poder judicial responde a los intereses del ejecutivo, por lo que es necesaria una reforma del sistema, el gobierno asegura que este se rige por la Constitución.
Para la consultora política Fernández, de la Universidad de Navarra, estas negociaciones son una “necesidad perentoria” para el país y apunta que el diálogo “debe hacer” avances importantes en “la reinstitucionalización democrática” del país.
Por su parte, Benigno Alarcón sostiene que las agendas de ambas delegaciones “siguen sin encontrarse”.
Aunque el chavismo pareciera estar dispuesto a hacer algunas “concesiones” a cambio del levantamiento de sanciones, “una negociación que no nos lleve hacia un cambio político, sirve de poco”, aseguró.