Diagnóstico | ¿Qué es la biopsia de próstata por fusión? 

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Aunque es cierto que el 89,8 % de los pacientes con cáncer de próstata consiguen superar la enfermedad, esta tipología de cáncer sigue siendo la más frecuente entre los hombres y es, además, la responsable del fallecimiento de 7.586 personas en el año 2021.

Una de las claves para superar la enfermedad es la detección temprana. Por este motivo, los especialistas recomiendan que los varones se sometan a pruebas diagnósticas a partir de los 50 años; aunque, para todos aquellos que tengan antecedentes familiares, la edad recomendada desciende hasta los 40 años.

Las dos principales pruebas diagnósticas para la detección del cáncer de próstata son el tacto rectal y, fundamentalmente, la determinación de PSA en sangre. Sin embargo, los especialistas de Quirónsalud València apuestan por una técnica diagnóstica de alta precisión: la biopsia por fusión, para descartar casos sospechosos con mayor exactitud.

¿Qué es la biopsia de próstata por fusión? 

La biopsia por fusión es una técnica de alta precisión para la detección del cáncer de próstata, al combinar la resonancia multiparamétrica de la próstata con la imagen de la ecografía transrectal, que se obtiene en el momento de la biopsia. Su principal ventaja es que permite tomar una muestra directa a las zonas que la resonancia haya identificada como sospechosas.

Pero, ¿cuándo es recomendable? El equipo de profesionales de urología de Quirónsalud València se decanta por realizar esta prueba, principalmente, ante una elevada presencia de PSA en sangre o tras un tacto rectal alterado.

Sin embargo, también es una técnica recomendada en los siguientes supuestos:

• Cuando la sospecha existe sobre una zona de difícil acceso
• Siempre que persista la sospecha clínica tras una biopsia negativa para tumor
• Para controlar y vigilar los tumores de bajo riesgo
• Y para realizar un seguimiento tras terapias focales

Ventajas de la biopsia por fusión frente a otras pruebas diagnósticas

Frente a otras técnicas, la biopsia por fusión mejora la precisión diagnóstica en un 85 % de los casos y, además, reduce el número de biopsias posteriores al no existir la necesidad de aumentar el número de punciones.

La técnica de la biopsia por fusión permite al realizador obtener tejido de la zona de interés, es decir, de la zona sospechosa de albergar células cancerosas. En contraposición, la biopsia prostática clásica elige estos puntos de forma aleatoria, sin dirigir la punción a ninguna zona concreta; por lo que se registra un importante porcentaje de falsos negativos.