Devuelven a Egipto mano de momia robada para hacer una película
Diariocorreo.pe
Las autoridades estadounidenses devolvieron a Egipto una mano momificada del siglo VIII que traficantes de arte trataron de introducir al país como un objeto de una película de ciencia ficción, así como dos sarcófagos, una máscara y un sudario de una momia, todos ellos robados.
La mano, de casi 3.000 años de antigüedad, fue encontrada por los agentes de aduanas del aeropuerto internacional de Los Ángeles en un paquete con la etiqueta «66 dólares, atrezo para película de ciencia ficción».
«En realidad había sido comprada a un traficante en Francia por 1.500 dólares», narró hoy la directora del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense (ICE), Sarah Saldaña, durante un acto en la embajada de Egipto en la que entregó los objetos robados.
La mano se situó durante la ceremonia en un podio y, a pesar de haber sufrido un robo, se encontraba tan bien preservada que todavía podían apreciarse las uñas y las arrugas que rodean los nudillos, según dijo a Efe el arqueólogo Fredrik Hiebert, que colabora con la revista National Geographic.
Además de la mano momificada, las autoridades estadounidenses entregaron hoy al Gobierno egipcio el sarcófago de madera de un niño, otro sarcófago, un sudario y la máscara dorada de una momia.
En opinión de Hiebert, una de las piezas «con más valor emocional» de la colección es el pequeño sarcófago que perteneció a un niño o a una adolescente joven de una familia de clase media.
«Era alguien muy querido por su familia y que fue muy cuidado. Es importante pensar en hace 2.500 años, hacer un viaje al pasado y ver que (el sarcófago) nos ayuda a imaginar la vida social de las familias en el Antiguo Egipto», destacó Hiebert, que colaboró en la investigación con las autoridades estadounidenses.
El pequeño sarcófago, el sudario, el otro sarcófago y la máscara de la momia fueron encontrados por los agentes del ICE de Nueva York que durante años siguieron la pista a un grupo internacional de criminales que se dedicaba a vender en el mercado negro piezas arqueológicas para luego lavar el dinero ilícito.
Primero, en septiembre de 2009, descubrieron uno de los sarcófagos en una cochera del barrio neoyorquino de Brooklyn y luego, un año más tarde, los agentes consiguieron incautar un cargamento de mercancías egipcias que los criminales trataban de introducir a EE.UU.