Desmantelan una célula yihadista con seis detenidos en Marruecos y España
EFE
La Policía española y la Dirección General de Seguridad de Marruecos han desmantelado una célula yihadista integrada por seis presuntos terroristas, en una operación en la que han sido detenidas cinco personas en Marruecos y otra en Melilla, ciudad española enclavada en el norte de África.
Según informa el Ministerio del Interior, entre los detenidos está el líder de la organización, de 39 años, de nacionalidad española y origen marroquí, residente en Melilla pero que se encontraba ocasionalmente en Marruecos.
Los arrestados formaban una célula terrorista que se encontraba en un «peligroso nivel de activación», pues la policía marroquí evidenció que habían planeado atentados de gran envergadura y mantenían reuniones nocturnas donde realizaban entrenamientos físicos llegando, incluso, a simular decapitaciones, según la fuente.
El líder realizaba labores de captación y adoctrinamiento aprovechando su puesto de trabajo como auxiliar educativo en un centro de reeducación de menores, donde trataba a jóvenes en una especial situación de vulnerabilidad.
Según fuentes de la investigación, durante este periodo pudo culminar su actividad de captación al conformar una célula terrorista, ahora desarticulada, cuyo inminente propósito era pasar a la Yihad violenta con un peligroso nivel de activación.
Los otros cinco detenidos son de nacionalidad marroquí, uno de ellos con residencia legal en Melilla donde fue detenido y donde la policía registra dos inmuebles.
El Ministerio de Interior español destaca la relevancia de esta operación conjunta y la excelente colaboración entre las autoridades de ambos países, lo que ha posibilitado «la neutralización de una peligrosa amenaza» y una operación que sigue abierta.
Desde el 26 de junio de 2015, fecha en la que España elevó a 4 el nivel de alerta antiterrorista, las fuerzas de seguridad han detenido a 199 terroristas yihadistas en operaciones realizadas en España y en el exterior, y a un total de 244 desde principios de 2015.
Este operativo se produce semanas después de los atentados de Barcelona y Cambrils, en Cataluña, donde murieron 16 personas y más de cien resultaron heridas. La mayoría de los terroristas que llevaron a cabo esos ataques tenían origen marroquí.