Descubren en Irán producción de uranio no declarado a la ONU
ABC
Joe Biden tiene la intención de devolver a Estados Unidos al pacto nuclear y ofrecer a Irán “un camino creíble de regreso a la diplomacia”, pero resucitar el acuerdo alcanzado en 2015 es cada día que pasa una misión más complicada. Tras la salida unilateral ordenada por Donald Trump y la estrategia de “presión máxima” a base de sanciones aplicada por Washington desde 2018, los iraníes han respondido con un alejamiento progresivo del texto acordado y ya almacenan doce veces más uranio enriquecido del acordado.
El último informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) recoge además que han detectado «nuevas partículas de uranio de origen antropogénico» en instalaciones que Teherán no había declarado, y que abrió a los investigadores en agosto.
Según los datos manejados por el organismo internacional, la república islámica contaría ahora con más de 2.400 kilogramos de uranio enriquecido. Además de tener más cantidad de lo pactado, los iraníes también han elevado el grado de enriquecimiento de 3,67% a 4,5%, lo que supone también una violación del texto consensuado con el 5+1, grupo formado por Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, China y Rusia. Estos niveles, sin embargo, siguen alejados del 90% necesario para la fabricación de armamento atómico.
La sorpresa de este último informe es el resultado de las muestras que los expertos de la AIEA tomaron en verano en uno de los dos espacios sin declarar por parte de Teherán. De aquí se han obtenido «partículas alteradas isotópicamente de uranio» que necesitan «aclaraciones adicionales», porque lo que ha declarado la república islámica sobre su origen «no es creíble técnicamente».
Alejamiento «reversible»
Todos los informes de la AIEA emitidos hasta 2019 confirmaban que Irán cumplía lo pactado, pero Trump decidió retirar a su país y volver a imponer sanciones. Los iraníes aguantaron un año de castigos sin mover ficha a la espera de que el resto de firmantes tomaran medidas que le ayudaran a superar la presión estadounidense, pero no lo hicieron. Entonces comenzó este proceso de alejamiento deliberado y público del acuerdo como una forma de presión que aseguran es «reversible». Tras la victoria de Biden en las elecciones, el presidente Hasán Rohaní declaró que su país «aceptará cualquier oportunidad que ayude a retirar el peso de las sanciones de las espaldas de los ciudadanos».
Además de incrementar sus reservas de uranio enriquecido por encima del máximo establecido y exceder el umbral de la pureza de sus reservas de uranio, los iraníes pusieron en marcha en septiembre 40 centrifugadoras de cuarta y sexta generación. Se trata de centrifugadoras tipo IR-4 e IR-6, mientras que el acuerdo de Viena solo autoriza a Teherán a emplear las de primera generación (IR-1), que se desarrollan en centros como el de Natanz. Pese a estas medidas de alejamiento del pacto, Teherán sigue autorizando las visitas de los inspectores del organismo internacional.
Arabia Saudí pide firmeza
Al mismo tiempo que la AIEA alertaba de las violaciones iraníes del acuerdo, el rey Salmán de Arabia Saudí instó a la comunidad internacional a «adoptar una posición firme respecto al régimen iraní». En opinión del monarca «esta posición firme debe garantizar que Irán sea incapaz de obtener armas de destrucción masiva y de desarrollar su programa de misiles balísticos y amenazar la paz y la seguridad».
Riad ha sido, junto a Israel, el gran valedor de la estrategia de «presión máxima» aplicada por Trump contra la república islámica, y ahora se prepara para los cambios en la agenda estadounidense.