Descubren cómo se podría mejorar el tratamiento del asma alérgica
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El asma afecta a personas de todas las edades y constituye la enfermedad crónica más común en los niños, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indica que en 2019 alrededor de 262 millones de personas presentaban este problema de salud. El asma alérgica es el tipo más común y se caracteriza por episodios de sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos, que se producen cuando las vías respiratorias se inflaman y se estrechan en respuesta a la exposición a ciertas sustancias que pueden provocar una reacción alérgica denominadas alérgenos.
Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC) han descubierto una manera potencialmente nueva de inhibir las células inmunitarias que impulsan la forma más común de asma en un estudio en el que han trabajado con modelos de ratón y células humanas.
Los resultados se han publicado en Journal of Experimental Medicine (JEM) y sugieren un enfoque terapéutico novedoso para disminuir la inflamación pulmonar y tratar el asma alérgica, cuyos principales desencadenantes son los ácaros del polvo, el polen, las partículas de piel, pelo o plumas de animales y las esporas de moho.
Un fármaco que reduce la inflamación de las vías respiratorias
El equipo de la Escuela de Medicina Keck de la USC identificó que una proteína denominada Piezo1 evita que un tipo de célula inmune en el pulmón se active excesivamente por alérgenos. Frente a los alérgenos, las células llamadas células linfoides innatas tipo 2, o ILC2s se activan y generan señales proinflamatorias que promueven la llegada de más células inmunes a los pulmones. Sin control, esto puede provocar una inflamación excesiva y un estrechamiento de las vías respiratorias, dificultando la respiración de los pacientes con asma.
“Considerando la relevancia de las ILC2s en el asma alérgica, es crucial desarrollar enfoques basados en mecanismos novedosos para dirigirse a estos elementos clave que impulsan la inflamación en los pulmones”, ha afirmado Omid Akbari, profesor de microbiología molecular e inmunología en la Escuela de Medicina Keck.
Akbari y su equipo descubrieron que, al ser activadas por un alérgeno, las ILC2s también comienzan a producir una proteína llamada Piezo1, la cual puede limitar su capacidad para provocar inflamación pulmonar. El equipo de Akbari observó que, en ausencia de Piezo1, las ILC2s de ratones respondían a señales alergénicas volviéndose más activas de lo normal y los animales desarrollaban una inflamación de las vías respiratorias más intensa.
Por otro lado, el tratamiento con un medicamento llamado Yoda1, que activa los canales de Piezo1, redujo la actividad de las ILC2s, disminuyó la inflamación de las vías respiratorias y alivió los síntomas en ratones expuestos a alérgenos. Finalmente, los investigadores comprobaron que las ILC2s humanas también producen Piezo1, por lo que probaron los efectos de Yoda1 en ratones cuyas ILC2s habían sido reemplazadas por células inmunes humanas.
Con información de Web Consultas
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