Descubre cómo atenuar las estrías con carboxiterapia

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Esta técnica médica atenúa las estrías mediante la aplicación subcutánea de dióxido de carbono. Conozca este procedimiento y sus beneficios.

Las estrías son un problema frecuente en hombres y mujeres, ya que son líneas visibles en la piel, que aparecen cuando esta se estira rápidamente, durante un aumento de peso, lo que hace que las fibras elásticas se rompan. Se estima que un 40% de la población peruana presenta este tipo de atrofia cutánea.

Según indica la doctora Giulianna Berrocal, del Centro de Medicina Estética de la clínica Ricardo Palma, las estrías también se pueden generar por cambios hormonales, por el aumento de estrógenos, de ahí que sean frecuentes durante la adolescencia y el embarazo. También se pueden originar por una dieta pobre en vitaminas y proteínas, la predisposición genética o la ingesta de determinados fármacos a base de corticoides, que producen una síntesis de colágeno alterada. El ejercicio físico intenso, sobre todo cuando está dirigido a la musculación, es otra de las razones que pueden ocasionar esta lesión.

La doctora Berrocal explica que en la actualidad es ideal combinar la carboxiterapia con otras técnicas que potencien sus efectos para atenuar las estrías, como es el caso de la mesoterapia, que consiste en la inyección de fármacos con nanotecnología regeneradores de la piel. De aplicarse solo el tratamiento de carboxiterapia, deberán llevarse a cabo 10 sesiones (una semanal, como mínimo), mientras que si se combinan ambas técnicas, el paciente podrá notar una disminución de las estrías casi en la mitad de tiempo.

-Mejora la apariencia-

Berrocal explica que tras evaluar al paciente y hacer una historia clínica, se determina el tipo de estría a tratar, pues existen dos: las rosadas, que tienen vascularización y son recientes, y las blancas, más antiguas y sin vascularización. Se determinan las áreas que se desea trabajar (brazos, busto, entrepierna, glúteos, abdomen, etc.) y se realiza una exfoliación para inmediatamente después iniciar el tratamiento, cuya duración dependerá de las zonas a tratar (en promedio de 15 a 20 minutos).

El médico debe controlar la cantidad y flujo de CO2 que se le suministra al paciente. Posteriormente se realiza un drenaje linfático manual o con presoterapia, que ayudará a que todo lo que ha sido infiltrado se distribuya mejor y más rápido en la zona. Finalizado el procedimiento, el paciente podrá realizar sus actividades con normalidad.