Denuncian otros 2 asesinatos de indios aislados Yanomami a manos de mineros
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Dos indígenas de una tribu de la gigantesca reserva de la etnia Yanomami, que se encuentra aislada en la Amazonía brasileña, murieron a manos de «garimpeiros», como se conoce a los mineros artesanales, muchos de ellos ilegales, informaron este martes fuentes indigenistas.
De acuerdo con la Hutukara Asociación Yanomami (HAY), los homicidios, en circunstancias similares a los ocurridos a mediados de 2020, fueron cometidos en la comunidad aislada de Moxihatetema, en la región del río Apiaú, en el municipio de Mucajaí, sur del estado amazónico de Roraima (norte).
Los homicidios ocurrieron hace dos meses, pero solo fueron reportados este martes cuando la organización no gubernamental (ONG) tomó conocimiento.
HAY relató que los 2 indígenas fueron muertos a tiros cuando se aproximaron de la mina Faixa Preta e intentaron expulsar de su territorio a los mineros invasores.
«Los aislados acertaron a 3 mineros con flechas y los mineros los mataron con armas de fuego», apunto la ONG, que señaló también que el enfrentamiento ocurrió a 4 días de barco de la localidad conocida como Río Apiaú, vecina del pueblo aislado de los Moxihatetema.
La denuncia fue presentada a la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai), al Ministerio Público (fiscalía), a la Policía Federal de Roraima y a la Brigada de Infantería de la Selva.
El caso se suma a la muerte de otros dos indios de esa comunidad en junio del año pasado en la aldea de Xaruma, jurisdicción del municipio de Alto Alegre, también en Roraima y que prolonga la disputa entre mineros y los pueblos autóctonos de la región, entre ellos los aislados Moxihtetema.
En 1993, enfrentamientos entre indígenas y garimpeiros desembocaron en la llamada Matanza de Haximú, cuando los mineros ilegales asesinaron a 16 Yanomami, en un caso que la Justicia reconoció como el primer genocidio en la historia de Brasil.
Los Yanomami, una etnia contactada pero que sigue viviendo como lo hacían sus antepasados hace más de un siglo, habitan en aldeas amazónicas distribuidas entre Brasil y Venezuela.
Sus tierras en ambos países, en las que actualmente viven unos 35.000 indios, conforman el mayor territorio selvático indígena del mundo, pero las comunidades enfrentan graves amenazas por la invasión de mineros ilegales, principalmente buscadores de oro, y por el avance de la deforestación.
Las organizaciones indigenistas calculan que actualmente hay unos 20.000 mineros ilegales en la reserva de los Yanomami, extensión de 9,6 millones de hectáreas.
En la década del noventa, los Yanomami perdieron una quinta parte de su población por culpa de enfermedades propagadas por los mineros ilegales, cuya actividad es avalada por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien busca legalizar esta labor para, en sus palabras, llevar el «progreso» a los territorios indígenas del país.
Con información de Efe.