Denuncian ecocidio continuado en sector El Urumal de Mérida
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Denuncian agresiones al Parque Nacional Sierra de La Culata, en Mérida, desde el año 2014, que ha causado estragos en sus suelos y aguas. Según lo han denunciado varias comunidades organizadas y asociaciones ambientalistas, esta zona protegida es víctima de un ecocidio.
Esta es la cronología del daño que viene dándose en el sector El Urumal y La Azulita.
Diciembre 2014
Jóvenes de la Aldea San Luis, aledaña al Parque Nacional Sierra de La Culata, recorren la zona de las nacientes de agua para revisar las condiciones del dique toma del acueducto.
Encontraron una inmensa área deforestada. Notificaron a sus familias y a los vecinos. Nadie dio la alerta a las autoridades.
2015
Vecinos de San Luis solicitan a Inparques una inspección en la zona recientemente intervenida.
Se hace la primera verificación de una tala severa en el bosque del sector conocido como El Urumal.
Se prepara un expediente para ser remitido a la Dirección Estadal de Inparques en Mérida.
Transcurren los meses. Los vecinos también hacen la primera verificación del muro de silencio que levantan las autoridades ambientales en torno al caso.
Mayo 2016
Por iniciativa de las comunidades lanzan una campaña de publicaciones en redes sociales denunciando la tala indiscriminada en El Urumal y cómo está siendo perjudicada la zona de humedales y las nacientes dentro del Parque Nacional Sierra de La Culata.
El Profesor Raúl Vidal, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Los Andes (ULA), hace una visita a La Azulita para conocer mejor la situación existente en El Urumal. Se reúne con funcionarios ambientales del municipio y acude a las emisoras de radio para alertar a la población sobre la importancia hídrica de esta zona boscosa. Hace un llamamiento a la población para que salga en defensa de El Urumal.
Junio 2016
Una maquinaria pesada comienza la construcción de una carretera para unir la aldea San Luis con la zona boscosa de El Urumal.
La comunidad decide organizar una inspección y los funcionarios de Inparques impiden llegar hasta el lugar donde máquina hace su trabajo.
Los vecinos protestan porque era evidente que esa maquinaria no tenía permiso alguno para esta intervención al ecosistema.
Ante esa actitud de Inparques los vecinos solicitan apoyo de la Guardia Nacional Bolivariana. También se niega a paralizar la obra.
Contactan al Fiscal Ambiental Leonardo González. Luego de conocer del caso él decide comunicarse con la Jueza Superior Agraria del Estado Mérida Katherine Beltrán Zerpa. Por su intermediación los vecinos pueden recorrer la zona afectada en compañía del funcionario del MPP de Ecosocialismo y Agua, Enry Flores.
Descubren que la vía en construcción ha avanzado 1.850 mts. y ha afectado la zona de humedales y 7 nacientes de agua dentro del bosque de la sub-cuenca que alimenta los acueductos de la aldea de San Luis y a la población de La Azulita.
El funcionario hizo el levantamiento y prepara un informe reportando los daños en toda la longitud de la carretera y la deforestación adyacente.
A fines de ese mes los Consejos Comunales de la Aldea San Luis emiten una comunicación dirigida a la Jueza Abg. Beltrán Zerpa para exigir acciones concretas ante este ilícito ambiental. Piden el cierre inmediato de la vía, abrir de nuevo los cauces de agua bloqueados por la construcción, reforestar la zona afectada, censar árboles, revocar cartas agrarias otorgadas por el Inti y exigen una acción penal para los culpables.
Hay demasiados indicios para catalogar este delito en El Urumal cómo “ecocidio”.
Una ola de indignación sacude el municipio y el día 29 de este mes se organiza una marcha de protesta en la Plaza Bolívar de La Azulita.
Al día siguiente el Alcalde del Municipio Andrés Bello, acompañado por la Jueza Superior Agraria y funcionarios del Ministerio Público, Inti, MPP de Ecosocialismo y Agua, Inparques, la la Registradora Municipal y gran cantidad de vecinos de distintas comunidades hicieron un recorrido por las zonas deforestadas en El Urumal. Atestiguaron el daño ambiental en el bosque nublado, constataron la falta de permisos para esa intervención, así como la carencia de titularidad de las tierras ocupadas.
Julio 2016
El Juzgado Superior Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Mérida, a cargo de la Abogada Katherine Beltrán Zerpa, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela, toma una medida de protección al frágil ecosistema que ha sido afectado. Puede leerse en ese documento:
“… en base a la línea de argumentación ampliamente definida en la parte motiva de la presente medida ambiental, así como en torno al articulado legal y constitucional ut- supra, este Juzgado Superior Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Mérida, a fin de prestar una tutela preventiva e idónea, y tomando en cuenta que la presente decisión tiene carácter de protección AMBIENTAL.
Asimismo, tomando en consideración el principio precautorio del Derecho Ambiental para lo cual la falta de certeza científica no podrá alegarse para no adoptar medidas preventivas en las actividades que pudieran impactar negativamente al ambiente. En consecuencia, esta Superioridad, decide en los siguientes términos:
PRIMERO: se declara COMPETENTE para conocer la solicitud de MEDIDA DE PROTECCIÓN AMBIENTAL AL SISTEMA DE NACIENTES DE LAS CUENCAS Y SUB- CUENCAS HIDROGRÁFICAS DEL MUNICIPIO ANDRÉS BELLO DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MÉRIDA…”
Cómo consecuencia de esta medida legal, se detienen toda intervención humana en El Urumal y se retira la maquinaria. Pese a las exigencias de las comunidades, no hay detenidos.
Agosto-Diciembre 2016
Campaña de denuncia en medios de comunicación regionales y nacionales para el exponer las consecuencias de este ecocidio y los daños causados al Parque Nacional Sierra de La Culata.
Enero 2017
La campaña de hostigamiento y amenazas a los líderes comunitarios y ambientalistas de La Azulita comienza a arreciarse.
En un principio las autoridades actuaron solapadamente, pero en la medida que las denuncias tenían eco a nivel nacional decidieron apretar más la intimidación a las personas que hicieron denuncias a los medios sobre este caso. Llegó al punto que algunos debieron abandonar sus hogares en el municipio y mudarse a otras regiones del país.
El objetivo era claro: desmembrar el movimiento ecologista azulitense: “Divide y vencerás”
2018
Los invasores regresaron a El Urumal.
Se escuchaban las motosierras en la lejanía y de madrugada bajaban solapadamente camiones con madera.
Actuaban con total impunidad y bajo el amparo de quienes debían cuidar el Parque Nacional.
La comunidad se sentía impotente y temerosa de elevar su voz.
En las temporadas secas comienza a agudizarse la escasez de agua en los acueductos comunitarios del municipio.
Silencio.
Junio 2022
El 3 de Junio se arma un escándalo nacional al hacerse virales los vídeos de unos piques fangueros que afectan el ecosistema del páramo en el Collado del Cóndor, dentro de los linderos del Parque Nacional Sierra de La Culata.
En tiempo récord se ubica a los culpables, los detienen y se toman medidas preventivas. En grandes titulares declaran su preocupación por la afectación al Parque los jerarcas de Ecosocialismo, Ministerio Público, Inparques y hasta el Gobernador de Mérida.
Fue tan descarada la velocidad de respuesta ante este delito ambiental que el movimiento ecologista de Andrés Bello decidió reagruparse y llamar la atención sobre la injusticia del caso de El Urumal.
¿Por qué hay respuesta en el caso del Collado del Cóndor y en La Azulita no?
¿Qué hace notorio el delito en el páramo e invisible el de La Azulita?
Es el mismo Parque Nacional y no hay equidad por parte de los responsables de su protección.
Se inicia otra campaña de denuncias en redes sociales para exponer el ecocidio de El Urumal.
Julio 2022
En las redes sociales azulitenses se comenta que Inparques y Minec hacen lo posible por silenciar el tema del ecocidio.
Intentan poner en funcionamiento las mismas prácticas de presión a los defensores de la montaña.
La comunidad responde con una campaña de reforestación en El Urumal organizada el 15 de Julio. Desean recorrer el área afectada y conocer el estado del bosque, los humedales y las nacientes de agua. Les acompañan la Alcaldesa y varios funcionarios de la municipalidad.
Insólitamente los representantes de Inparques impiden al grupo ascender hasta las locaciones de las grandes áreas deforestadas y a los humedales afectados.
El grupo entiende que sólo “cumplen órdenes superiores” y se dedican a la siembra de arbolitos.
Hasta el momento no ha sido posible cuantificar el área de la zona deforestada.
Durante años la GNB, Inparques y Minec han mantenido el control del área para evitar visitas de miembros de la comunidad; por desgracia ese control no ha servido para evitar el daño ambiental.
Analizando las imágenes satelitales y fotografías tomadas a distancia, al otro lado de la cuenca, se puede estimar que hay unas 20 hectáreas intervenidas en el bosque nublado dentro del lindero del Parque Nacional.
