Demandas civiles en EEUU pueden poner a Volkswagen contra las cuerdas
AFP | Las demandas civiles en Estados Unidos contra Volkswagen pueden agravar la situación del constructor alemán, afectado ya por el escándalo mundial de los motores trucados.
Tres meses y medio después del estallido en Estados Unidos del escándalo de los vehículos diesel del grupo VW equipados con un programa informático trucado, el Departamento de Justicia estadounidense y la Agencia de medio ambiente (EPA) se querellaron contra el gigante del automóvil.
«La implicación del Departamento de Justicia revela que las autoridades estadounidenses pierden paciencia con Volkswagen (…) y quieren golpear fuerte» asegura a la AFP el experto del sector automotor, Ferdinand Dudenhoffer.
Esta nueva situación hace temer a algunos que las autoridades estadounidenses impongan a Volkswagen multas mayores a lo esperado hasta ahora: la prensa habla de cifras que pueden llegar a los 90.000 millones de dólares (EUR 84.000 millones). Resultado: la acción de Volkswagen, que había recuperado en las últimas semanas parte de los perdido en el otoño boreal, caía más de 4% este martes en sesión en la bolsa de Fráncfort.
Estos 90.000 millones corresponderían según Holger Schmidt, analista de Equinet, al «máximo aritmético» si la justicia de Estados Unidos aplicara las penas máximas por los diferentes cargos de acusación. «El importe debería ser más bajo» se apresura a matizar el analista.
– ‘Pura fantasía’ –
«Estas cifras son pura fantasía» coincide Dudenhoffer. Hasta ahora el escenario más pesimista para el constructor de Wolfsburgo, al norte de Alemania, era una multa de unos 18.000 millones de dólares.
La acción alega que el fabricante alemán de autos instaló intencionalmente «dispositivos engañosos» en sus motores diésel de VW, Audi y Porsche. Esos dispositivos permitían que en los tests los autos resultaran no contaminantes, aunque durante su uso emitían una cantidad de gases 40 veces mayor que la permitida.
El grupo con 12 marcas, que fabrica cerca de 300 modelos, admitió en septiembre que los motores diésel de 11 millones de vehículos en todo el mundo, estaban equipados por un programa que podía alterar los resultados de los controles de polución.
La investigación, que se centró inicialmente en los motores de 2 litros, después se extendió a modelos más potentes, como el de 3 litros.
– Caso que sirva de ejemplo –
El departamento de Justicia, que demandó a VW a nombre de la agencia federal del ambiente (EPA), no especificó el monto de la indemnización que procura.
«Estados Unidos quiere claramente que este caso sirva de ejemplo» analiza el profesor Stefan Bratzel, director del Center of Automotive Research de Bergisch Gladbach. «Pero es poco probable que la multa máxima sea infligida a Volkswagen», afirma. Pese a que cualquier cifra sea «altamente especulativa», el profesor calcula que la multa final en Estados Unidos no excedería probablemente los 10.000 millones de dólares..
En Europa, Volkswagen comenzará este mes el gigantesco llamado a revisión de 8,5 millones de vehículos por un coste relativamente modesto, de unos 500 millones de euros. Pero el constructor aún no ha llegado a un acuerdo con las autoridades estadounidenses, que hicieron estallar el escándalo.
«Las normas anticontaminación estadounidenses son mucho más severas que las europeas, y las soluciones técnicas simples y fáciles en Europa no bastarán del otro lado del Atlántico» explica Bratzel.
En el peor de los casos «una solución técnica podría revelarse muy onerosa y Volkswagen se vería obligado a volver a comprar los vehículos afectados», añade.
«No se excluye que la EPA imponga a Volkswagen un plazo para hallar una solución al problema», añade. En caso contrario, se vería obligado a retirar de la circulación a unos 600.000 vehículos.
El líder europeo del automóvil no reaccionó directamente a la nueva ofensiva de las autoridades norteamericanas, y se limitó a expresar su buena disposición.
«Estamos examinando la demanda» declaró Eric Felber, un portavoz del constructor. Añadió que Volkswagen «coopera estrechamente» con las autoridades de Estados Unidos.