Demandan a safari de Pekín donde murió una mujer atacada por tigres
EFE
La superviviente al ataque de varios tigres en un safari de Pekín en el que murió su madre en julio, presa de los felinos, ha demandado al zoo para exigir una compensación de 1,54 millones de yuanes (223.500 dólares, 210.400 millones de euros).
Según informó este miércoles el diario oficial «Global Times», la mujer pide al parque «Badaling Safari World» que se haga cargo del coste de su tratamiento, ya que tuvo que ser operada y permaneció varios días hospitalizada por las heridas de gravedad que sufrió, y que la indemnice por el fallecimiento de su madre.
El pasado 23 de julio, ambas mujeres visitaban ese safari, situado a unos 60 kilómetros del centro de Pekín, cerca de uno de los tramos más concurridos de la Gran Muralla, y fueron atacadas por un tigre al salir del coche en el que recorrían las instalaciones.
Las imágenes del incidente, grabadas por las cámaras de seguridad y que tuvieron un gran impacto en los medios de comunicación chinos, mostraron a la hija saliendo del vehículo, siendo embestida por un tigre que la arrastró lejos del automóvil y a su madre y al conductor del coche corriendo tras el felino y su presa.
Finalmente, la mujer que abandonó el vehículo en primer lugar sobrevivió a la acometida del animal con heridas graves, pero su madre, que trató de salvarla, murió al ser atacada por otro tigre.
La hija, de 32 años, que ha tenido que recibir atención psicológica después del suceso, reclama ahora al safari que asuma la responsabilidad de su tratamiento.
Sin embargo, los responsables del zoo, y también las autoridades locales, se defendieron poco después del incidente alegando que habían sido las víctimas quienes habían incumplido las normas de seguridad del recinto al salir de su automóvil.
El «Badaling Safari World» ofrece a los turistas la posibilidad de ver a los animales salvajes de cerca mientras pasean en coches particulares o autobuses del propio parque, aunque les advierte de que no abandonen los vehículos.
El parque tiene, además, múltiples avisos visuales y sonoros que recuerdan a los visitantes que está prohibido salir de los vehículos y abrir las ventanas, y obliga a sus visitantes a firmar un documento en el que aceptan cumplir estas normas.
Pocos días después del trágico suceso en el que murió la mujer, otro tigre atacó a un automóvil de turistas y en esa ocasión no causó heridos, pero sí se llevó el parachoques del vehículo. EFE