Delegación cubana abandona inauguración de Cumbre durante discurso de Almagro
EFE
La delegación cubana presente en la inauguración en Lima de la VIII Cumbre de las Américas abandonó hoy el recinto al comienzo del discurso del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en protesta por sus «ofensivas» declaraciones sobre el país caribeño.
«Almagro y la desprestigiada OEA no tienen ninguna moral ni ninguna autoridad para emitir juicios o juzgar a los países de la región y a Cuba, esa es la razón por la que hemos decidido abandonar el recinto», dijo a los medios el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra.
Las críticas de Almagro que han ofendido a la delegación de Cuba tuvieron lugar ayer después de que representantes de la isla boicotearan al grito de «mercenarios» el inicio de la reunión entre representantes de Gobiernos y miembros de la sociedad civil del continente, en protesta por la presencia de disidentes.
El vicecanciller cubano subrayó esta noche que antes de marcharse, su delegación escuchó «con mucha seriedad» el discurso inaugural del presidente de Perú, Martín Vizcarra, anfitrión del foro regional, pero decidieron marcharse cuando se anunció que Almagro haría uso de la palabra.
«En la tarde de ayer, Almagro pronunció declaraciones muy ofensivas sobre Cuba y sus autoridades y la delegación cubana no tenía por qué admitir esas declaraciones, y sencillamente en un acto de dignidad nos hemos retirado de esta sala».
El funcionario de la OEA tachó ayer la actuación de los representantes cubanos de «bochornosa», dijo que «hay países que tienen estrategias todavía que están reñidas con la democracia» y añadió que esperaba la protesta: «Nos habían dicho desde antes de llegar que 40 gorilas se habían instalado en las primeras filas y tenían una intención disruptiva», señaló.
La Habana mantiene un agrio enfrentamiento con Almagro desde su llegada al frente de la OEA, ya que el uruguayo ha sido muy crítico con el país caribeño, que en los últimos dos años le negó la entrada cuando pretendía asistir a un acto organizado por un grupo opositor.
La delegación de Cuba que hoy se marchó de la inauguración de la Cumbre estaba compuesta por los vicecancilleres Rogelio Sierra y Ana Teresita González; el director general de Comunicación e Imagen, Alejandro González, y la directora de Comunicación e Imagen de la Cancillería, Yaira Jiménez.
El canciller, Bruno Rodríguez, que encabeza la representación de la isla en la cita peruana, no estuvo presente aunque se espera que mañana tome la palabra en la sesión plenaria en la que hablarán los mandatarios y jefes de delegación.
Hasta hoy no se confirmó si viajaría o no a Lima el presidente Raúl Castro, que dejará la Presidencia el próximo 19 de abril tras completar dos mandatos.
«Solo nos hemos retirado del acto inaugural, no tiene que ver con la realización de la Cumbre», precisó el vicecanciller Sierra, quien defendió el derecho de su país a participar en «un foro del cual debíamos ser parte desde hace mucho tiempo».
A la pregunta de por qué Cuba no canceló su asistencia en respuesta a la retirada de la invitación al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, principal aliado de la isla en la región, Sierra replicó que la solidaridad de la isla con ese país «no está en discusión».
«Hay hechos que prueban fehacientemente nuestra amistad y nuestra defensa de Venezuela», zanjó.
La de este año es la segunda Cumbre de las Américas en la que participa Cuba, después de la de Panamá (2015), a la que asistió el presidente Raúl Castro en pleno apogeo del deshielo con EE.UU, país con el que tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca han vuelto a tensarse las relaciones.
La isla fue suspendida en la OEA poco después del triunfo de la Revolución (1959) liderada por Fidel Castro, y aunque el veto le fue levantado en 2009, el Gobierno cubano ha descartado tajantemente reintegrarse.