Deja de funcionar planta nuclear iraní por problema técnico
EFE
La planta nuclear iraní de Bushehr dejó este lunes de funcionar temporalmente por «un problema técnico», informó la Agencia de Energía Atómica de Irán.
Según el comunicado oficial, la planta volverá a funcionar en «pocos días», después de resolver esa avería, de la que no se ofrecieron detalles.
Las autoridades iraníes no han dado más información al respecto ni han denunciado un sabotaje por ahora como sí hicieron en anteriores ocasiones.
Cabe recordar que en abril pasado la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz sufrió un apagón que dañó un número indeterminado de centrifugadoras y del que Teherán acusó a Israel.
En respuesta, Irán empezó a enriquecer uranio a una pureza del 60 %, muy por encima del 3,67 % que le permite el acuerdo nuclear de 2015 y a un nivel cercano al necesario para producir una bomba atómica.
La instalación de Bushehr, que comenzó a operar en 2011, se encuentra a 17 kilómetros de la ciudad sureña del mismo nombre, en la costa del golfo Pérsico.
En 2014, Rusia firmó un acuerdo de cooperación con Irán para ayudar a construir el segundo y tercer reactores Bushehr, cuya puesta en marcha está programada para 2024 y 2026, respectivamente.
El suceso de hoy coincide con negociaciones nucleares en Viena para encontrar un mecanismo que permita a Estados Unidos regresar al acuerdo nuclear, que abandonó en 2018, y a Irán volver a cumplir con sus compromisos.
El domingo se celebró la última reunión de la sexta ronda de negociaciones, en la que ha habido importantes avances que podrían conducir a una conclusión final en la próxima ronda.
El diplomático español que coordina los contactos en nombre de la Unión Europea (UE), Enrique Mora, espera que «para la próxima ronda las delegaciones vuelvan de las capitales con instrucciones claras y, finalmente, podamos cerrar un acuerdo».
Las conversaciones de este domingo fueron las primeras después de la elección el pasado viernes del clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí como próximo presidente de la República Islámica.
El pacto nuclear de 2015 establecía límites y restricciones sobre el programa nuclear civil de Irán para evitar que pudiera desarrollar bombas atómicas. A cambio, Teherán obtenía ventajas económicas por el levantamiento de las sanciones internacionales.