Defensa de Lula pide liberación por considerar que fiscales actuó por odio
EFE
La defensa de Luiz Inácio Lula da Silva, que purga desde abril de 2018 una condena por corrupción, presentó este martes un recurso de hábeas corpus ante la Corte Suprema en el que pide la liberación del expresidente brasileño por considerar que los fiscales de su caso actuaron motivados por odio.
Los abogados presentaron como prueba de su alegato copias de reportajes publicados este martes y en los que el portal de noticias en internet UOL divulga grabaciones de conversaciones en la que los fiscales del caso Lula ironizaron sobre el dolor sufrido por el ex jefe de Estado cuando perdió su esposa, su hermano y su nieto.
«Los mensajes refuerzan la evidente parcialidad y la persecución de los fiscales contra Lula y su familia», según un mensaje publicado por la cuenta oficial del expresidente en Twitter.
El mismo mensaje explica que, en su recurso, la defensa cuestiona ante el Supremo Tribunal Federal la imparcialidad de los fiscales responsables por la Lava Jato, la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil y que condenó a decenas de empresarios y políticos, incluyendo al exmandatario.
Según los abogados de Lula, las conversaciones divulgadas por UOL muestran que los fiscales ironizaron el dolor del duelo cuando quedó viudo; calificaron su petición para salir de la cárcel e ir al entierro de su hermano como «ganas de pasear» y alegaron que esa «novela» se repetiría cuando murió su nieto.
«Los mensajes muestran que la actuación de esos fiscales siempre fue orientada por odio y desprecio personal al presidente y sus familiares», alegó el abogado Cristiano Zanin, principal miembro del equipo de defensa de Lula.
Dicho odio, según el defensor, convierte a los fiscales en «absolutamente incapaces de cumplir con sus deberes de imparcialidad, impersonalidad y exención garantizados por ley».
Las conversaciones publicadas este martes forman parte del grupo de mensajes intercambiados en la aplicación de mensajería Telegram que un «hacker» anónimo interceptó y entregó al portal Intercept Brasil.
Tales mensajes supuestamente han puesto en duda la imparcialidad de los fiscales de la Lava Jato así como del entonces juez federal Sergio Moro, responsable por las principales condenas en el proceso y que actualmente ejerce como ministro de Justicia en el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Moro fue el juez que condenó inicialmente por corrupción y lavado de dinero a Lula, que cumple una pena de ocho años y diez meses de prisión en una celda especial en la sede de la Policía Federal en la sureña ciudad de Curitiba.
El entonces juez dio por probado que el expresidente recibió como coima un apartamento de playa por haber favorecido una constructora en contratos con la petrolera estatal brasileña Petrobras.
En uno de los mensajes divulgados este martes, la fiscal Laura Tessler comenta unas declaraciones en el entierro de su esposa en las que Lula insinúa que su muerte fue precipitada por la actuación de los fiscales que lo persiguen.
«Quien participe en la próxima audiencia (judicial) de Lula es bueno que vaya preparado con una dosis extra de paciencia para la sesión de victimización», asegura la fiscal.
«Qué bobada. Ya nadie escucha a esa persona», le responde Deltan Dallagnol, el jefe del equipo de fiscales de la Lava Jato.
En otro mensaje, al comentar la petición de Lula para salir de la cárcel y poder acudir al entierro de uno de sus hermanos, el fiscal Januario Paludo asegura que «el descarado sólo quiere pasear» y le pide que no sea compasivo a un colega que alega que la ley le garantiza al expresidente el derecho de ir a la ceremonia.
Finalmente, en un mensaje divulgado poco después de la muerte de un nieto de Lula de 7 años, la fiscal Jerusa Viecili advierte que se preparen «para una nueva novela de ida al entierro».
Los nuevos mensajes divulgados, según los principales dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), la formación fundada por Lula y que gobernó Brasil 13 años hasta 2016, muestran que los fiscales tan sólo querían perseguir y humillar al exgobernante.
«Con cada revelación, Brasil más descubre, con sorpresa, la bajeza y la indignidad con que los fiscales actuaron para condenar a Lula a cualquier costo. Los motivó el odio y el prejuicio para acusarlo sin crimen, condenarlo sin pruebas e impedirle disputar la elección presidencial sin pudor», afirmó la expresidenta Dilma Rousseff, su sucesora en la jefatura del Estado.
«Como si no fuera suficiente el sufrimiento causado a la familia por la forma como fueron investigados, expuestos y humillados, lo que sin duda llevó a la muerte de Marisa Leticia (la ex primera dama), ese grupo aún se daba el derecho de tildar de lloriqueo el dolor del luto de Lula», dijo por su parte la presidenta del PT, la diputada Gleisi Hoffmann.