Debate sobre salidas para Venezuela acapara reunión de la SIP en Cartagena
EFE
La crisis de Venezuela requiere de acciones más contundentes de la comunidad internacional dada la gravedad de la situación que se vive en ese país en materia de violaciones a los derechos humanos y a las libertades en general, coincidieron participantes en la Reunión de Mitad de Año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La cita semestral de la SIP, que comenzó este viernes en Cartagena (Colombia) y concluirá el domingo, estuvo dominada en su primera jornada por Venezuela, donde según el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, la comunidad internacional debe entender las características de «una dictadura» que ha resistido hasta ahora todas las presiones políticas y económicas.
«Ningún mecanismo del derecho internacional debe ser descartado, es contrario al derecho, sería inmoral con el sufrimiento de un pueblo, con las graves violaciones a los derechos humanos», manifestó al ser preguntado sobre la opción militar.
El secretario general de la OEA intervino en el panel «Venezuela sin chavismo: nueva oportunidad para el hemisferio», junto con el director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, José Miguel Vivanco; el director del diario caraqueño El Nacional, Miguel Henrique Otero, y el de Migración Colombia, Christian Krüger.
«Es una dinámica de ‘management’ dictatorial muy cubano, mezclado con el crimen organizado», agregó Vivanco, uno de los más severos críticos del chavismo en la escena internacional.
La necesidad de un mayor compromiso también fue subrayada por Vivanco, quien dijo que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, «debe tomar partido» en la crisis humanitaria para activar los mecanismos de ayuda a los venezolanos.
Según anticipó, esa recomendación se le hará a Guterres el próximo 4 de abril cuando Human Rights Watch presente en Washington un informe de la Universidad Johns Hopkins sobre la crisis humanitaria venezolana.
«La principal recomendación que estamos haciendo en este informe es que el secretario general de Naciones Unidas debe tomar partido en esta crisis», afirmó el jefe de HRW, quien aseguró que esa eventual decisión por parte de Guterres «no es una cuestión solamente semántica».
Explicó que la ONU «tiene prácticas, políticas y principios que le permiten reaccionar en materia humanitaria con o sin consentimiento del elemento político que causa la crisis».
Venezuela también estuvo en el discurso que el presidente colombiano, Iván Duque, pronunció en la apertura de la reunión, en el que aseguró que no se puede «seguir siendo indiferente cuando se presentan cambios drásticos en las reglas del juego que nos conllevan a la erosión de la democracia».
Al recordar que este 2 de febrero se cumplieron 20 años de la llegada al poder de Hugo Chávez, fallecido en 2013, Duque afirmó que ese fue el inicio del «proceso de aniquilación de la democracia en Venezuela«, que empezó a vivir «una dictocracia», una de cuyas primeras víctimas fue la prensa libre.
«Para nadie es mentira lo que hoy vive ese país producto de ese deterioro flagrante, deliberado y propio de los más abusivos regímenes totalitarios: la eliminación por completo de la separación de poderes, la destrucción del aparato judicial para convertirlo en un servil instrumento de persecución», manifestó.
Duque, que lidera la campaña regional para estrechar el «cerco diplomático» a Nicolás Maduro y de esta forma propiciar un cambio de régimen en ese país, pidió sumar fuerzas «en el marco de la legalidad» para alcanzar ese objetivo, «en lugar de especular cuánto durará» la situación actual.
En la sesión también brotaron críticas a la forma como la oposición liderada desde enero por el presidente «interino», Juan Guaidó, ha tratado de granjearse el apoyo de los militares para desalojar a Maduro del poder.
Según Otero, «lo que ha logrado Guaidó es algo verdaderamente extraordinario», no solo porque consiguió que más de medio centenar de países lo reconozcan como presidente legítimo de Venezuela, sino porque está «haciendo magia» al conseguir la unidad de la oposición y por atraer a sectores populares, tradicionalmente afines al chavismo.
Sin embargo, el periodista cree que en el plan de «sacar al usurpador», en referencia a Nicolás Maduro, liderar una transición y convocar elecciones, la oposición ha cometido equivocaciones.
«Se creyó que con la ley de amnistía y la ayuda humanitaria el estamento militar se le iba a voltear a Maduro y lo iban a apoyar (a Guaidó). Era una idea en cierta forma ingenua en relación a los militares», expresó.
Una opinión similar expuso Vivanco, quien consideró un error la ley de amnistía aprobada por la Asamblea Legislativa para los militares que abandonen a Maduro.
«La Asamblea Legislativa se equivocó con esa ley de amnistía porque promete inmunidad frente a violaciones a los derechos humanos. Eso, en el siglo XXI, no es creíble por el desarrollo jurídico que tenemos», aseguró.
Coincidió con él Almagro, quien opinó que sería «un gravísimo error» meter a todos los militares «en la misma bolsa» porque de hacerlo, «el corrupto, por ejemplo, se siente gente frente a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad».
«Los mensajes a la Fuerzas Armadas no han sido consistentes», dijo Almagro, quien cree que el hecho de que solo unos mil militares hayan abandonado el régimen y estén en Colombia muestra «que el mensaje no ha sido coherente».