Daniel Radcliffe, perdido en la Amazonía boliviana - 800Noticias
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Los años en los que Daniel Radcliffe interpretó a Harry Potter han quedado atrás. Desde que la saga fílmica inspirada en los libros de J. K. Rowling finalizara, el actor británico ha intentando alejarse del encasillamiento en el personaje del joven hechicero más famoso del mundo. Diversificando su trabajo y con un poco de astucia actoral, ha participado en producciones de corte más independiente. Sin duda, una táctica que le ha dado resultados. En su más reciente proyecto, a estrenarse en 2017, cambia los misteriosos y fantásticos pasillos de la escuela de magia Hogwarts por un ambiente más hostil y real: la selva amazónica boliviana.

En Jungle, Radcliffe se mete en la piel del aventurero israelí Yossi Ghinsberg y revive su historia de sobrevivencia en la selva, al noroeste de este país andino, en la que se perdió por tres semanas en 1981. Doce años después saldría a la luz el libro titulado Back from Tuichi: The Harrowing Life-and-Death Story of Survival in The Amazon Rainforest (Random House, 1993), en el cual se inspira el filme. El actor británico comparó, en una entrevista aGQ, la ambientación del largometraje con la de El Renacido, solo que “más húmedo”.

Ghinsberg, que también es orador motivacional, relata que su historia de sobrevivencia en lo que ahora es el Parque Nacional Madidi, con una superficie de 19.000 kilómetros cuadrados, fue una casualidad. A sus 21 años se encontraba viajando por Latinoamérica y cuando llegó a La Paz conoció a Karl Rurechter, un austriaco que dijo ser geólogo y que le prometió guiarlo por la Amazonía boliviana para entrar en contacto con la remota tribu de los toromonas. La expedición, junto a otros dos jóvenes europeos, no salió como se esperaba. Tras una semana de caminata se perdieron y sus caminos se separaron.

El autor del libro cuenta que renació después de su experiencia en el Madidi y que sobrevivir en la selva le enseñó a no dar la vida por sentada. Afirma, en una comunicación vía Skype, que a 35 años del suceso las cosas más simples de la vida todavía son las más importantes: “Cuando uno se encuentra con la muerte, uno cambia. El tener aire, agua, comida, las conversaciones con los amigos, estar en mi cama, son regalos. Son cosas simples, pero muy profundas”.

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