Dalái Lama culpa «políticos chinos cortos de mente» de controversia con India
EFE
El dalái lama culpó este miércoles a «políticos chinos cortos de mente» de la controversia surgida entre China y la India con motivo de su visita al estado nororiental indio de Arunachal Pradesh, que se disputan Delhi y Pekín, al insistir en que su viaje es puramente religioso y que no anhela la independencia.
El Premio Nobel de la Paz de 1989 por su lucha pacífica a favor de la liberación del Tíbet aseguró que «muchos chinos aman la India», pero que son los «políticos chinos cortos de mente» los que afirman que las autoridades indias le están «usando» contra Pekín.
«Me consideran un demonio, aunque no creo que nadie (realmente) me considere un demonio», aseguró entre risas el dalái lama, Tensing Gyatso, en declaraciones a la prensa durante su segundo día de visita a Arunachal Pradesh.
La visita del dalai lama ha estado precedida de críticas y advertencias por parte de las autoridades chinas de que el viaje podría afectar a las relaciones bilaterales, algo rechazado por Delhi, que ha recordado que el religioso ha estado con anterioridad seis veces en esta región.
El dalái lama insistió hoy en que China no tiene nada de que preocuparse por su visita ni sus aspiraciones con respecto al Tíbet, porque su objetivo, dijo, no es «la independencia», sino permanecer en la «periferia» de ese país.
«Siempre admiré el espíritu de la Unión Europea: naciones individuales soberanas, lo que es importante, pero no tanto, lo más importante es que (están unidas) por un interés común», subrayó Gyatso.
Aún así, el dalái lama subrayó que el Tíbet aspira al «autogobierno y autonomía» dentro de China.
El líder budista se encuentra desde ayer en la localidad de Bomdila, que vivió una de las últimas fases de la breve guerra que en 1962 enfrentó a la India y China por la soberanía de Arunachal Pradesh, disputada por las dos potencias desde prácticamente la creación del estado indio a mediados del siglo XX.
El dalái lama ha asegurado que su viaje a esta región es estrictamente religioso y hoy recordó que tiene para él un especial valor biográfico, ya que fue el primer territorio de la India que pisó en su huida de las tropas chinas en 1959 para exiliarse.
«Soy el invitado más antiguo del Gobierno indio», afirmó el dalái lama, al expresar su agradecimiento a la India, que alberga además al Gobierno tibetano en el exilio en la localidad de Dharamsala, en el noroeste del país.
China y la India mantienen rondas regulares de contactos para abordar los temas y reclamos pendientes en su agenda bilateral con el fin de aliviar las tensiones, aunque son frecuentes las acusaciones mutuas de incursiones militares en la zona fronteriza.
Mientras la India controla Arunachal Pradesh, del que China reclama 80.000 kilómetros cuadrados, el régimen comunista administra de facto otro área disputada por ambos, Aksai Chin, en la frontera occidental de los dos países y parte de la histórica región de Cachemira. EFE