Cumbre de la OTAN empieza con ataques de Trump contra Alemania
ABC
El presidente norteamericano Donald Trump ha iniciado su participación en la cumbre de la OTAN de Bruselas de una forma vehemente, acusando a Alemania de ser un país «vendido» a los intereses de Rusia y de beneficiarse del paraguas de seguridad norteamericano sin pagar por ello. La falta de sutileza del inquilino de la Casa Blanca no sorprende a nadie, pero sigue siendo el elemento central de las relaciones transatlánticas, que paulatinamente se van haciendo cautivas de sus volubles estados de ánimo.
«Se supone que debemos estar recelosos ante Rusia y Alemania va y se gasta miles de millones al año para pagar a Rusia», dijo Trump al inicio de un desayuno en la embajada norteamericana en Bruselas, cuando era consciente de que las cámaras captarían sus palabras. En lugar de los habituales comentarios sobre el tiempo o la incomodidad del viaje, Trump se dedicó a denigrar a los aliados europeos. «Protegemos a Alemania, protegemos a Francia, protegemos a todos esos países y luego muchos de ellos van y hacen un acuerdo con Rusia para construir un gasoducto y le pagan miles de millones a las arcas rusas».
Cuando llegó a la reunión a media mañana, la canciller alemana Angela Merkel ya estaba informada de las palabras de Trump y le respondió con una analogía en la que recordaba que hubo tiempos en los que una parte de Alemania estaba sometida a Rusia, la antigua Unión Soviética, pero que ahora ya es un país unido y soberano y que no recibe órdenes de nadie, ni siquiera de Washington. «Yo he vivido personalmente que una parte de Alemania fuera controlada por la Unión Soviética. Y estoy muy agradecida de que ahora estemos unidos en libertad en la República Federal. Por eso podemos decir que hacemos nuestra propia política independiente y tomamos independientemente nuestras decisiones. Y eso está bien».
Al menos Merkel se mantuvo dentro de la corrección habitual en estos casos, teniendo en cuenta que está previsto que tengan una relación bilateral en la que, entre otras cosas, Trump está empeñado en obligar a Alemania a aumentar significativamente su presupuesto de defensa y su aportación a la OTAN.