Cuba descarta su objetivo de 5 millones turistas este año y culpa al embargo
EFE
El Gobierno cubano reconoció que no logrará los cinco millones de turistas que preveía para este año, cifra con la que la isla habría logrado un nuevo récord, y atribuyó la disminución de los visitantes a las medidas restrictivas impuestas por Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump.
La nueva previsión, que rebaja la cifra a 4,7 millones de viajeros, fue anunciada esta semana por el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, durante una reunión con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la que el mandatario repasó los sectores clave de la economía del país y que recogen este jueves los medios estatales.
Marrero destacó en ese encuentro los «esfuerzos» realizados en «medio de un periodo marcado por contingencias climáticas y las restricciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos a los viajes de sus conciudadanos», reseña el diario Granma.
El ministro «ratificó la importancia del sector para el país», que recibía «poco más de 350.000 turistas» en la década de 1990, cuando Cuba abrió sus instalaciones y hoteles al capital extranjero para tratar de reflotar su economía, golpeada por la intensa crisis que siguió a la desaparición de la Unión Soviética.
Cuba batió récords de llegada de viajeros foráneos en 2016 y 2017, cuando llegaron a la isla caribeña 4,5 y más de 4,6 millones de turistas, respectivamente.
Este auge turístico coincidió con el «deshielo» en las relaciones entre el país caribeño y Estados Unidos, un acercamiento solidificado en julio de 2015 con el restablecimiento oficial de nexos diplomáticos, que ahora atraviesan un momento delicado desde que el presidente estadounidense Donald Trump llegó al poder en 2017.
Trump revirtió algunas de las medidas aprobadas por su antecesor, Barack Obama, para flexibilizar el embargo estadounidense sobre Cuba, entre ellas el levantamiento de la prohibición a los viajes individuales en la categoría «pueblo a pueblo», limitados nuevamente por la actual Administración.
Los misteriosos incidentes de salud sufridos por diplomáticos de EE.UU. en la isla también asestaron un duro golpe a las aspiraciones de Cuba de superar sus récords anteriores de visitantes.
El «bloqueo» -como se conoce en Cuba a esta política restrictiva- provocó una caída del 43 % en el arribo de viajeros estadounidenses en el primer trimestre de 2018, cuando llegaron 51.677 visitantes menos comparado con igual etapa del año anterior, según datos oficiales.
A pesar de eso, la isla rebasó en agosto pasado los tres millones de turistas, lo que hizo mantener el optimismo a las autoridades de un sector que supone, la segunda fuente de ingresos del país.
Para este 2018 quedarán listas más de 5.000 nuevas habitaciones turísticas, de 4.600 planificadas, un incremento en el influyeron los adelantos en la construcción del nuevo Hotel Internacional en el balneario de Varadero, indicó el ministro de Turismo.
Marrero mencionó además la reciente inauguración del Hotel Segundo Frente, en el corazón de la Sierra Maestra (este), una moderna instalación que marca el inicio de «una nueva etapa en el desarrollo del turismo de naturaleza» cubano.
En la reunión, celebrada a principios de semana, el presidente Díaz-Canel también pasó revista a la marcha de otros sectores clave como el agroalimentario y el energético, este último con varias inversiones entre las que resalta la construcción de dos parques eólicos que ahorrarán al país unas 87.000 toneladas de combustible.
La edificación de estas instalaciones se inscribe en los esfuerzos de Cuba por lograr que para el 2030 el 24 % de energía provenga de fuentes renovables, una prioridad para la Administración del nuevo mandatario, especialmente tras la caída de los envíos de petróleo venezolano por la crisis que atraviesa ese país.
En la isla operan 49 parques solares fotovoltaicos, con una generación estimada de 165 gigawatts/h al año, cifra que se prevé crezca hasta 66 para finales de este año.