Cuba cuestiona a EEUU por decreto contra Venezuela
AFP
Cuba, que en dos semanas recibirá la histórica visita del presidente Barack Obama, criticó este viernes a Estados Unidos y le exigió que anule la renovada declaratoria de emergencia por la situación de Venezuela, el mayor aliado de La Habana.
El gobierno de Raúl Castro calificó en un comunicado de «agresiva y arbitraria» la orden ejecutiva de Obama que considera al gobierno de Venezuela como «una amenaza extraordinaria» a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Cuba «demanda la eliminación de la orden ejecutiva 13692 y reitera de manera resuelta y leal su apoyo incondicional» al presidente Nicolás Maduro, señala el texto de la cancillería cubana.
El jueves Obama decidió renovar por un año la declaratoria de «emergencia nacional» por la situación de Venezuela, alegando que el gobierno de Maduro continúa atentando contra los derechos humanos y persiguiendo a opositores.
El mandatario estadounidense, que encontrará a Raúl Castro en su visita a La Habana el 21 y 22 de marzo, firmó hace un año el recién renovado decreto, a través del cual impuso sanciones a siete funcionarios de Caracas.
Según La Habana, esta «nueva acción injustificada ignora» el rechazo regional que suscitó en su momento la orden ejecutiva contra Venezuela y «demuestra que la intervención en los asuntos internos del pueblo venezolano no ha cambiado y que el objetivo de derrocar» a Maduro se «mantiene vigente».
Caracas y Washington carecen de embajadores desde 2010.
Obama, que restableció en 2015 las relaciones de Estados Unidos y Cuba después de más de medio siglo, volvió a cargar contra Venezuela en un momento de alta tensión en la crisis política y económica que afronta ese país.
Esta semana el Tribunal Supremo de Justicia venezolano redujo los poderes del Parlamento, controlado desde enero por la oposición.
Esa y otras decisiones recientes del tribunal han acelerado el debate en la alianza opositora sobre el camino que recorrerá para intentar sacar del poder a Maduro (2013-2019), quien acusa a sus detractores políticos de «tratar de imponer escenarios golpistas con apoyo de factores imperiales de Estados Unidos».