Cuatro hábitos sencillos para prevenir las caries
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Dentro de los problemas de salud más habituales a los cuales nos enfrentamos a lo largo de la vida, la presencia de caries es la más extendida en el mundo. Según datos del Consejo General del Dentista en España la presencia de caries afecta a más de 35 millones de personas y destaca que el 94% de adultos entre 35 y 44 años se ve afectado por caries.
Pese a ser una enfermedad que se ha ido disminuyendo durante las últimas cuatro décadas, actualmente sigue siendo un problema muy presente para los profesionales de la salud debido a las severas consecuencias en las que puede derivar la presencia de caries tanto en jóvenes como en adultos.
Es fundamental tener en cuenta que el mejor de los hábitos que podemos tener para evitar la presencia de caries en cualquier punto de nuestra vida es no descuidar una higiene dental incisiva y acudir al dentista con frecuencia para llevar una minuciosa revisión del estado de la dentadura. Sin embargo, existen algunos hábitos que podemos aplicar a nuestro día a día para reducir la posibilidad de tener caries.
Incluir el flúor en nuestra rutina
Sin duda, el uso de dentífricos y colutorios con flúor es uno de los hábitos más sencillos que podemos implementar en nuestra rutina y que más van a colaborar a evitar la presencia de caries.
El uso cotidiano de enjuagues bucales y dentífricos con un mayor componente en flúor para el cepillado sirve para reforzar el esmalte dental y aumentar la resistencia frente a la desmineralización.
Sin embargo, hay que tener un control de la cantidad de fluoruro a la que exponemos a nuestra dentadura, ya que, en exceso, puede provocar manchas en los dientes e incluso llegar a provocar pequeñas fracturas.
Cambio de cepillo dental
El cepillado dental que realizamos habitualmente suele ser superficial y no alcanza a realizar una limpieza total de nuestra dentadura. Un hábito sencillo a la hora de evitar las caries es realizar cepillados más incisivos y de más duración que duren al menos dos minutos.
Un cepillo de dientes habitual pierde parte de su eficacia con cada cepillado, por lo que los expertos recomendamos para una limpieza activa y profunda cambiar el cepillo de dientes por uno nuevo entre 3 y 4 veces al año y después de atravesar enfermedades o infecciones en la boca o la garganta. Los gérmenes de estas patologías pueden almacenarse en el cepillo y provocar de nuevo una infección.
Evitar el exceso de azúcar
En una dieta variada debe haber una limitación a la cantidad de azúcares e hidratos de carbono que consumimos, tanto en la comida como en la bebida. Según recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite del consumo diario de azúcares se debe situar en 50 gramos tanto en adultos como en niños.
Los profesionales insistimos en que se debe consumir con especial prudencia alimentos como golosinas, bollería industrial o chocolates con alto nivel de azúcar.
Bebidas con un alto contenido en azúcares como refrescos o zumos se deben consumir con especial moderación. El alto nivel de sacarosa presente en este tipo de bebidas carbonatadas sumado al ácido que también está presente en las versiones sin azúcar de estas bebidas puede provocar no sólo la presencia de caries, sino otros problemas de sensibilidad sumados a los comentados anteriormente.
Más revisiones entre fumadores y vapeadores
Pese a que muchos fumadores han optado por reducir el consumo de tabaco y pasarse al vapeo, esta costumbre resulta ser nociva para la salud bucodental. Según un estudio de la Universidad estadounidense de Tufts, las personas que utilizan vaper son más propensas a tener un mayor riesgo de desarrollar caries. El contenido azucarado y la viscosidad del líquido de vapeo se pega a los dientes generando caries.
Los dentistas aconsejamos que tanto consumidores de tabaco como de vapeo se sometan a un protocolo de manejo de la caries más riguroso además de aumentar la frecuencia de sus revisiones bucales.
Por 20minutos
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