Cuánta energía consume un cargador de celular conectado y sin usar
Redacción 800 Noticias
Una práctica común es dejar conectado el cargador del celular sin usar después de finalizar todo el proceso. Algo que a muchos usuarios les puede preocupar por el consumo que genera en la factura de electricidad al final del mes y el impacto en el medio ambiente.
A esta situación se le conoce como consumo fantasma, ya que si se genera un gasto de energía, pero es poco perceptible y su impacto parece menor, siendo más un mito sobre su alto impacto, aunque sí hay algunos aspectos a tener en cuenta.
Esto es algo que afecta a cualquier dispositivo electrónico que permanezca conectado a la corriente consume energía. Esto incluye televisores en modo de espera, microondas con relojes digitales y cargadores de móvil sin dispositivos conectados. A pesar de las creencias populares, los estudios realizados por entidades como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) muestran que el impacto es casi nulo.
Qué es el consumo fantasma
El consumo fantasma se refiere a la pequeña cantidad de electricidad que utilizan los dispositivos cuando están conectados a una fuente de energía, pero no están en uso. En el caso de los cargadores de móvil, este consumo se produce porque el circuito interno del cargador no se desconecta completamente de la corriente cuando no está cargando un dispositivo. Sin embargo, la cantidad de energía que se “fuga” en este estado es prácticamente despreciable.
Hoy en día, la mayoría de los cargadores son inteligentes, lo que significa que están diseñados para dejar de consumir energía activamente cuando detectan que la batería del móvil está completamente cargada.
A pesar de ello, el cargador sigue utilizando una mínima cantidad de energía para mantener el circuito en funcionamiento, lo que genera el consumo fantasma. Según datos proporcionados por el IDAE, el consumo fantasma de un hogar promedio en España, considerando todos los dispositivos conectados en modo pasivo, representa entre el 7 % y el 11 % del total de la electricidad consumida al año. Sin embargo, en el caso específico de los cargadores de móvil, este porcentaje es ínfimo.
Cuánta energía consume un cargador sin usar
Para dar una cifra exacta, el consumo fantasma de un cargador de móvil se sitúa en torno a los 0,00002 kWh. Esto significa que si dejamos un cargador enchufado durante todo un año, sin conectar el móvil en ningún momento, el gasto acumulado en electricidad sería de 0,015 euros, según los cálculos de la OCU en España. En otras palabras, el costo de dejar un cargador enchufado durante todo un año es tan bajo que ni siquiera representa un centavo al mes.
Un estudio independiente realizado con varios enchufes inteligentes confirma estos datos. Los enchufes inteligentes permiten medir el consumo de electricidad en tiempo real y acumulado, pero incluso conectando varios cargadores simultáneamente, la cantidad de energía consumida era tan baja que los dispositivos no podían registrarla.
Según los resultados, el consumo de un solo cargador en modo fantasma es inferior a 0,1 W, lo que en términos de coste es prácticamente insignificante.
Es un problema dejar el cargador enchufado
A pesar de que el consumo de energía de un cargador sin usar es mínimo, algunos expertos y empresas tecnológicas como Apple y Samsung recomiendan desconectarlos cuando no están en uso. Esta recomendación no está relacionada directamente con el ahorro energético, sino con la vida útil de los dispositivos y cuestiones de seguridad.
Cuanto más tiempo permanece un cargador conectado a la corriente, mayor es el desgaste de sus componentes. Aunque este desgaste es muy lento, puede reducir la vida útil del cargador a largo plazo. Además, si el cargador es de baja calidad, existe el riesgo de que se sobrecaliente, lo que podría causar daños tanto al cargador como al dispositivo que se conecte en el futuro.
Por lo tanto, aunque el impacto económico del consumo fantasma de los cargadores es casi nulo, desenchufarlos puede contribuir a prolongar su vida útil y a reducir el riesgo de fallos o accidentes. Asimismo, acostumbrarse a desconectar dispositivos que no están en uso fomenta una mentalidad más sostenible, aunque en este caso el ahorro sea mínimo.
Con información de Infobae
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