¿Cuándo debemos botar nuestros productos de belleza?
Agencia.- Al igual que casi todo en la vida, y para sorpresa de muchos, los productos de belleza tienen fecha de vencimiento. Muchas veces sucede que acumulamos y acumulamos cosméticos sin percatarnos de si aún es posible utilizarlos sin exponernos a infecciones o reacciones alérgicas.
¿Sabías, por ejemplo, que una máscara de pestaña sólo dura tres meses y que su uso prolongado puede provocar, incluso, conjuntivitis? A continuación te dejamos un listado con la duración de algunos de los productos de belleza más utilizados, realizado por el sitio lofficiel
MÁSCARA DE PESTAÑAS
-Duración: Tres meses
Por impresionante que suene, es el cosmético que más rápido caduca, convirtiéndose en el más peligroso para nuestros ojos, ya que su uso después de la fecha de vencimiento puede producir enrojecimiento, infecciones y conjuntivitis.
LABIAL
– Duración: Un año
Si bien el riesgo de que aparezcan bacterias en los labiales es bajo porque no contienen agua, es tu propia boca la que puede estropearlos. Esto porque si lo usas de manera repetitiva por más de un año o cuando has presentado enfermedades en la boca, se contaminan y debes reemplazarlos.
Además, la presencia de aceites en las barras también dañan su aroma y textura con el tiempo.
ESMALTE DE UÑAS
– Duración: Un año después de abrirlos
Los disolventes presentes en el esmalte se evaporan con cada uno, por lo que se van poniendo cada vez más espesos y pegajosos.
PROTECTOR SOLAR Y PRODUCTOS PARA EL ACNÉ
-Duración: Depende
Ambos productos tienen su fecha de vencimientos impresas en la etiqueta, por lo que sabrás con exactitud cuándo caducan.
LACA PARA EL PELO
-Duración: Entre dos a tres años
Después de dos o tres años, la fórmula del producto se verá afectada, creándose grumos y tomando un olor diferente.
SHAMPOO
-Duración: Un año después de abrilor
ESPONJA DE MAQUILLAJE
-Duración: Depende
Si eres de aquellas que lava las esponjas para reutilizarlas, debes tener presente que la humedad presente en el producto se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias.