Cuáles son los problemas de las manicuras de gel
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El mundo de la manicura ha sufrido una auténtica revolución desde hace algunos años. Gracias a Rosalía y sus características uñas acrílicas (y a otras celebridades), el nail art se ha disparado y se ha vuelto toda una tendencia. Desde estilos más sencillos y minimalistas hasta auténticas obras de arte cargadas de colores y abalorios, los tipos de manicura que existen ofrecen diferentes ideas, opciones y temáticas que se ajustan a las necesidades del cliente.
Dependiendo de la técnica y, sobre todo, los materiales que se empleen, podremos lucir una manicura que dure desde cuatro o cinco días hasta una que se mantenga dos o tres semanas. Por ejemplo, una opción intermedia sería la manicura semipermanente, la cual además puedes retirar tú misma desde casa.
Entre las opciones más duraderas encontramos las uñas de gel, las cuales son una opción ideal tanto para las personas con uñas quebradizas, como para aquellos que buscan un look pulido y duradero. De hecho, para la mayoría de personas, la manicura de gel nunca supondrá un problema. Sin embargo, a cierto porcentaje de la población las uñas de gel podrían provocarles ciertas alergias.
Las alergias relacionadas con las uñas de gel son un fenómeno emergente que ha suscitado cierta preocupación, tanto en la industria de la belleza como entre los profesionales de la salud. A medida que la popularidad de las uñas de gel ha ido en aumento, viralizándose a través de plataformas como Instagram, TikTok o YouTube, también lo han hecho los informes de reacciones alérgicas asociadas con estos tratamientos.
Para comprender mejor este fenómeno y poder prevenirse ante su aparición, es esencial explorar los componentes de los productos utilizados en las uñas de gel, los síntomas de las posibles reacciones alérgicas y las medidas preventivas que se pueden tomar.
Componentes y uso de los esmaltes de gel
Por un lado, los esmaltes de gel que se utilizan para este tipo de manicura necesitan la exposición a una luz UV o LED para endurecerse y secarse. Es un proceso similar al que ocurre durante un empaste dental o cuando se trabaja con ciertos tipos de resina; ambos requieren un tiempo de exposición a dicha luz ultravioleta, la cual provoca este endurecimiento de los componentes y aumenta su resistencia. Este es un paso esencial para la realización de la manicura o pedicura de gel, sin embargo, un nuevo estudio ha examinado el riesgo de padecer cáncer, ya que la exposición de los rayos UV puede provocar mutaciones que aumenten este riesgo.
Sin embargo, este paso es el que permite que los looks de nuestras uñas hechas con este esmalte aguanten durante más tiempo sin imperfecciones y que el proceso de secado tarde lo mínimo, al contrario de lo que ocurre con los esmaltes tradicionales, donde debemos esperar a que se sequen al aire y ser cuidadosos de no arañarlos. Uno de los componentes de las uñas de gel, llamado acrilato, es una sustancia química clave en este tipo de manicuras, aunque también está presente en pinturas, adhesivos y otros compuestos, inclusive en los empastes e implantes dentales.
El problema viene cuando se utilizan kits de manicura de gel para casa sin ningún tipo de precaución, o cuando un profesional comete algún error a la hora de aplicar el gel de acrilato, lo cual podría provocar una reacción alérgica.
Posibles reacciones alérgicas
Las alergias son una afección cada vez más común entre las personas, y son causadas por una respuesta inadecuada de nuestro sistema inmune, el cual se pone en alerta ante una sustancia que, a menudo, suele ser inofensiva. Este funcionamiento defectuoso del sistema inmune puede originar distintos tipos de respuesta, desde reacciones leves como pueden ser estornudos, secreciones nasales, erupciones cutáneas, etc., hasta reacciones más graves, como los choques anafilácticos.
En el caso de la manicura de gel, una reacción leve puede implicar picor y enrojecimiento del lecho ungueal (la capa de queratina que protege los extremos de nuestras falanges) o una dermatitis de contacto (que tiene síntomas como piel enrojecida, bultos, descamación…) mientras que una reacción grave podría provocar afecciones respiratorias y el debilitamiento o pérdida de las uñas. Como con todas las alergias, cuanta más exposición tenga una persona ante una sustancia más susceptible será de desarrollar una alergia permanente.
Por ello, es importante conocer los riesgos y qué precauciones se pueden tomar si estás usando un kit de manicura de gel en casa, ya que una vez se desarrolla alergia a los acrilatos, ésta puede llegar a ser permanente.
Consejos para prevenir la aparición de una alergia permanente
Lo primero que podemos hacer, sobre todo si acudimos a un salón de belleza, es elegir bien el sitio. Si bien aún se está estudiando el origen de las alergias, y es cierto que son algo difícil de controlar, será de vital importancia asegurarse de que los profesionales que trabajan en un centro estético están bien formados, y sean conscientes del peligro que supone tratar con este tipo de sustancias químicas.
Es esencial que sean extremadamente cuidadosos con el acrilato y su aplicación en la manicura o pedicura. De hecho, una buena práctica por su parte es el uso de guantes de nitrilo para protegerse de este compuesto químico. También deben conocer bien la anatomía de la zona y ser capaces de detectar heridas o anomalías en nuestras manos y pies por donde las sustancias químicas del esmalte podrían entrar en tu piel.
Otro aspecto a tener cuenta es el secado con la luz UV, ya que, si el esmalte de gel no se cura bien, es más probable que aparezca una reacción alérgica. Por ello, los expertos desaconsejan cualquier kit o método casero para realizarse un esmaltado de uñas de gel, ya que la primera opción debería ser siempre acudir a un profesional.
Si, a pesar de todo, preferimos adquirir un kit de manicura o pedicura para ahorrarnos un poco de dinero (o por la comodidad de realizarnos la manicura en casa), será importante adquirir uno que tenga buenas valoraciones y en el cual se puedan ver claramente los componentes que incluye y que éstos sean de buena calidad.
Al igual que ocurre con los profesionales, también se deberán utilizar guantes de nitrilo, tal y como lo haríamos si aplicásemos un tinte al cabello. También se puede limitar la exposición a la lámpara de luz UV mediante el secado al aire (aunque conlleve más tiempo) o utilizar productos que aceleran el secado, conocidos en el mundo de la belleza como top coat.
Lo más importante siempre será estar atentos a cualquier reacción que sufra nuestro cuerpo, y ante la más mínima sospecha, parar el proceso y retirar todas las sustancias para dejar la piel limpia. Ante la duda, también podemos acudir a un dermatólogo, el cual podrá dar un diagnóstico fiable y las pautas de acción correspondientes.
Con información de 2Trendies
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