¿Cuál es el secreto de Pixar para hacernos llorar viendo sus películas?
Redacción 800 Noticias / con información de ABC
¿Recuerda los primeros minutos de Up, la película animada donde el Salto Ángel venezolano es protagonista y se cuenta la historia de Ellie y Carl? ¿Y cuando Andy se despide de sus inseparables juguetes en Toy Store? ¿O las desgarradoras escenas de los juguetes en el fuego en este mismo filme?
Se trata de algunas de las escenas más tristes de las mejores películas de Pixar. Aquellas que han hecho llorar a millones de espectadores en los últimos 20 años, ayudados siempre de unas cuidadas bandas sonoras, las grandes culpables de partirnos el corazón.
Pero no, no estamos hablando de las melodías en sí, sino de la manera en que son utilizadas por el gigante americano de la animación. Así lo ha demostrado un usuario de Youtube, que responde al nombre de Sideways, en un vídeo de más de diez minutos, donde explica cómo muchas veces es el momento en el que Pixar utiliza la música la clave para todo, más allá de el carácter de la música.
Muchas veces creemos que poner una melodía triste a una escena triste es lo más efectivo si lo que el director quiere es hacer llorar a los espectadores, que la escena sea lo más emotiva posible. Para Sideways, sin embargo, la mayoría de las veces es precisamente al contrario en el caso de Pixar: una melodía feliz puede tener un efecto mucho más triste.
En la primera escena de Up mencionada anteriormente, por ejemplo, «La melodía de Ellie» que se escucha en los primeros diez minutos, se escucha en los momentos más felices de la relación de Ellie y Carl, pero también en la escena del funeral. Una misma canción asociada. El truco consiste en que esa canción que al principio se asocia a un momento de gran felicidad, cuando suena después en una de las escenas más tristes, el espectador la asocie con el momento feliz, añadiéndole melancolía para que todo sea más efectivo.
Monstruos S.A.
Otro ejemplo puesto por Sideways es Monstruos S.A., donde Pixar consigue que el espectador asocie una canción no al personaje de Boo o de Sully, sino a la relación que mantienen ambos. El tema suena cuando ambos comparten momentos esenciales del vínculo que se crea entre ellos, utilizando el recurso del momento feliz-triste comentado anteriormente.
La compañía consigue que asociemos sus canciones a un personaje, una escena o una relación, de manera que cada vez que suena una música en concreto, sea con una melodía más feliz o más triste, pero repetida con pequeñas variaciones a lo largo del filme, nos rompa el corazón.