CRÓNICA+FOTOS| 42 días de resistencia: Escuderos de la libertad vs. Guardia Nacional
Mildred Manrique / @milmanrique
Venezuela lleva 42 días de protestas continuas. La oposición encabeza desde el 1° de abril diversas manifestaciones exigiendo elecciones generales, respeto a la Constitución y a la Asamblea Nacional, apertura de un canal humanitario y libertad de todos los presos políticos. Todo comenzó con una marcha, que a su vez llevó a bloqueos de calles y enfrentamientos con las autoridades. Luego, continuaron con movilizaciones, trancazos y asambleas de calle como parte de las actividades que han venido ejerciendo para alzar su voz contra el régimen de Nicolás Maduro, pero la respuesta del Estado ha sido la de mayor represión.
El ímpetu de algunas manifestaciones ocurridas durante las primeras semanas de abril se ha ido transformando en formatos más incluyentes y menos volátiles, que surgen con la velocidad de la sorpresa en distintas zonas de las ciudades, incluso en los sectores populares donde salir a la calle tiene un costo más alto.
La batalla campal entre manifestantes y cuerpos de seguridad del Estado, incluso al estilo de las películas «300″ y «Guerra de las Galaxias», se repite constantemente al impedir que la oposición marche o intente protestar en las instituciones públicas, bien sea el Tribunal Supremo de Justicia, la Defensoría del Pueblo o el Consejo Nacional Electoral, ubicados en el centro de Caracas.
La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) no permite que los manifestantes pasen de Chacaíto, en el caso del área Metropolitana. En otros estados sí han podido llegar a los lugares pautados, pero casi siempre se genera algún caos propiciado por ataques de los denominados colectivos, grupos afectos al gobierno.
Cientos de efectivos castrenses y policiales bloquean todos los accesos hacía el oeste de la capital y cuando ven que la oposición comienza a acercase a los piquetes, de inmediato comienzan a reprimir sin importar quienes estén al frente: personas de la tercera edad, jóvenes, mujeres, incluso diputados de la Asamblea Nacional, alcaldes o gobernadores. «La orden» es no permitir que se aproximen y menos que avance la movilización. Allí es cuando comienzan a caer personas heridas y asfixiadas.
Para la oposición nunca hay permiso de marchar, pero para el oficialismo sí. Estratégicamente la Unidad Democrática comenzó a convocar concentraciones en el oeste, hasta 19 puntos de movilización han llegado a copar en zonas «chavistas», pero todas son violentamente reprimidas y dispersadas, hasta con armas de fuego por parte de grupos civiles «paramilitares».
Pero mientras pasan los días, la palabra resistencia comienza a tomar fuerza. En el 2014 el líder opositor y preso político Leopoldo López impulsó esta técnica de protesta pacífica con el llamado a «La Salida», pero todo terminó con un saldo de más de 40 muertos, miles de detenidos y heridos durante una batalla de seis meses; pero a diferencia de ese año, ahora los jóvenes, protagonistas de esta historia, cada vez se organizan más para enfrentar y resistir la represión. Las protestas son cada vez mas creativas pese a la violencia en la que terminan.
En la parte política, cuatro diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela, José Manuel Olivares, Carlos Paparoni, Juan Requesens y Marco Bozo se han convertido en «Los 4 Fantásticos». Ellos son los mas jóvenes que integran el Parlamento y se han dedicado a madrugar al gobierno dejando pancartas con mensajes, animales (gallinas), y muñecos en las puertas del CNE, TSJ y Defensoría. Todos han resultado heridos y golpeados salvajemente tanto por los colectivos como por los cuerpos de seguridad del Estado, pero aún así, no han dejando de estar en las calles protestando, al igual que el resto de sus colegas de los cuales pocos se han salvado de un ataque.
Esto también es un mensaje subliminal para la ciudadanía. Ver a los políticos al frente de las protestas aguantando la represión, esto ha motivado a sus seguidores y hace que cobre fuerza su lucha por una mejor Venezuela.
Entre las manifestaciones a destacar está el caso del sector popular de El Valle (Caracas) donde se vivió una verdadera guerra el pasado el pasado 20 de abril, que terminó con 17 muertos, decenas de locales saqueados y una maternidad evacuada. Una zona «chavista» que convulsionó con la crisis. Al siguiente día varios personeros del gobierno visitaron el sitio y fueron expulsados a punta de gritos y cacerolas.
Asimismo, hay un caso emblemático ocurrido el 19 de abril, una señora desafió a una tanqueta de la Guardia Nacional Bolivariana en la autopista Francisco Fajardo. La mujer se paró frente al pesado vehículo en medio de una masa de gases lacrimógenos e impidió que siguiera avanzando en contra de los manifestantes de la oposición. Esta foto le dio la vuelta al mundo.
El 20 de abril, un manifestante desnudo, Hans Wuerich, únicamente con medias, zapatos deportivos, un koala y una biblia, caminó entre una lluvia de gases lacrimógenos en la autopista Francisco Fajardo en Caracas y subió a una tanqueta militar mientras gritaba: “No lancen más bombas”. Esta persona recibió al menos 30 perdigonazos en la espalda.
Igualmente, uno de los días más represivo y violento fue el pasado 3 de mayo, cuando dos tanquetas de la GNB atropellaron a una turba de manifestantes que se encontraba en Altamira, municipio Chacao del estado Miranda. Este mismo día, en otra calle de la misma zona, asesinaron al joven Juan Pablo Pernalete por el impacto de una bomba lacrimógena en el pecho. Un grupo de periodistas fue despojado de sus equipos antimotines, cámaras y celulares.
En lo que va de 2017, el Sindicato Nacional de la Prensa (SNTP) ha documentado a 220 trabajadores agredidos en manifestaciones, de los cuales 119 se han registrado desde el 31 de marzo. Los profesionales de la comunicación han sido víctimas de ambos sectores (oposición y oficialismo).
Por otra parte, vale destacar que la única movilización que no fue reprimida fue la marcha de las mujeres del pasado sábado 6 de mayo. Muchas de las participantes salieron en topless en defensa de la libertad. Una joven se quitó los pantalones y se los arrojó al piquete de la GNB en la autopista en Caracas.
Sin embargo, este 12 mayo, «la marcha de los abuelos» recibió un toque de gas pimienta y la mayor cantidad de bloqueos en todas las vías de Caracas que conducen al centro de la ciudad. La Policía Nacional Bolivariana en conjunto con el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre colocó containers en las salidas a la autopista Francisco Fajardo en horas de la madrugada. Luego, la GBN montó su acostumbrada muralla metálica en varias zonas de la capital para impedir que los adultos mayores se movilizarán hasta la Defensoría del Pueblo. Su exigencia principal: Pensión digna, medicinas y alimentos.
«Los guerreros de franela» vs. la «gloriosa GNB»
Los principales protagonistas de estas manifestaciones no tienen espadas y son un poco menos de «300» (en Caracas) los jóvenes que siempre terminan al frente batallando contra la GNB o PNB. Llevan escudos hechos a mano con material de latón, madera y plástico, pintados con el tricolor nacional, cruces y con mensajes de «no más muertes, no más represión», o sencillamente mensajes del Libertador Simón Bolívar; portan cascos no precisamente blindados, rosarios, una franela para taparse la boca y la nariz, o máscaras antigases y guantes para devolver las lacrimogénas, esas son sus armas de defensa.
También usan piedras, palos, fondas, bombas molotov y pintura para bloquear la visión de las tanquetas, uno que otro pirotécnico, así como las llamadas «Puputov», bombas de excremento. Con esto, los jóvenes venezolanos intentan hacer frente a las ballenas, rinocerontes, perdigones y bombas de gases tóxicos, que se han convertido en armas letales contra la población cobrando la vida de varios manifestantes.
En los últimos 15 días se ha observado gran apoyo de la sociedad venezolana, quienes dotan a los jóvenes de cascos, zapatos, máscaras antigases, lentes de natación e incluso alimentos y agua. Hasta ocho horas de batalla campal se han registrado en estas manifestaciones. «Los guerreros de franela» tienen en promedio edades comprendidas entre 14 y 28 años.
El resultado, hasta este 10 de mayo, es de al menos 50 fallecidos según cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, sin embargo, el Misterio Público maneja un número de 37 víctimas, sin contar con Miguel Castillo, asesinado en Caracas recientemente y un motorizado en el estado Mérida.
La lista de heridos y detenidos supera el número en tiempo durante los seis meses de protestas del 2014. Desde que la fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz se pronunció en contra de la represión del Estado, el Ejecutivo ordenó llevar a los civiles privados de libertad por protestar a los tribunales militares. Van dos mil personas detenidas y el Foro Penal Venezolano maneja una cifra de unos 600 nuevos presos políticos.
Adicionalmente, se registran más de mil heridos a nivel nacional. En esta parte de la historia entran aquellos que van protegidos por cascos blancos con una cruz verde y máscaras antigases, se identifican como «Primeros Auxilios UCV» y socorren a lesionados durante las manifestaciones.
Cuando hay protestas sus miembros se reúnen temprano para planificar cómo se desplegarán, se dividen en grupos: Rojo, Naranja y Verde, avanzan con morrales cargados de vendas, gasas, agua, soluciones antibacteriales y otros medicamentos.
El grupo Rojo está en primera línea para la atención primaria, el Naranja recibe a los lesionados que requieren mayores cuidados y el Verde -integrado por médicos especialistas- se ubica un poco mas atrás de las marchas para auxiliar en los casos de mayor gravedad y, de ser necesario, remitir a los afectados a centros de salud. Los insumos médicos los reciben a través de donaciones.
Fallecidos durante manifestaciones
Al menos 25 personas fueron heridas con impactos de balas en hechos violentos que se generaron durante una protesta. Entre ellos se encuentran: Jairo Ortiz, Daniel Queliz , Bryan Principal, Miguel Colmenares, Gruseny Canelón, Carlos Moreno, Paola Ramírez, Niumar San Clemente, Kevin León, Mervins Guitian, Ramón Martínez, Francisco González, Orlando Jhosep, Jesús Sulbarán, Luis Márquez, Renzo Rodríguez, Christian Ochoa, Eyker Rojas, Yonathan Quintero, Carlos Aranguren, Gerardo Barrera, Eloy Pacheco, Miguel Medina, Miguel Castillo y Anderson Dugarte. Los disparos en la cabeza se repitieron en nueve ocasiones y en el torso en 11 víctimas, según reseña Efecto Cocuyo.
Seis personas por impacto de un objeto contundente (Almelina Carrillo y Daniel Gamboa), perdigones (Christian Ochoa y Hecder Lugo), el impacto de bomba lacrimógena Juan Pernalete y por el proyectil de una rolinera Armando Cañizales.
Otros 22 fallecidos corresponden a los que murieron mientras se desarrollaba un saqueo. Tal es el caso de El Valle, en Caracas, en el que debido a una descarga eléctrica fallecieron 17 personas, y los hechos vandálicos que arrasaron con buena parte del comercio de Carabobo, los cuales enlutaron las familias de Yonathan Quintero, Carlos Mora, Ana Pérez (bebé que murió asfixiada), Eloy Pacheco y Daniel Gamboa.
Entre los nombres que no figuran en la lista del Ministerio Público están: Manuel Pérez, Natalie Martínez, José Ramón Gutiérrez, Angel Lugo Salas, Estefani Tapia, Carlos Eduardo Aranguren Salcedo, Ana Pérez, Carlos Mora, Daniel Gamboa, Eloy Pacheco, una persona sin identificar y Miguel Medina Romero. En total, son 12 casos.