Crónica | La misión de la UE, ante unas elecciones con gran expectación en el Líbano
EFE
La expectación reina entre los libaneses, quienes después de casi una década tendrán la oportunidad de ir a las urnas para elegir a sus representantes en el Parlamento, en unas elecciones que serán supervisadas por una misión de la Unión Europea.
Con un sol radiante, oculto durante un momento por una tormenta estival, el pequeño país árabe ya tiene todo preparado: carteles con candidatos y candidatas prácticamente superpuestos en los muros y pancartas que ondean por la brisa del mar.
En un hotel lujoso a las orillas del Mediterráneo, la jefa de la misión de la Unión Europea (UE), la eurodiputada española Elena Valenciano, confía en que estas elecciones, que se celebran este domingo, sean «tranquilas» para que «los libaneses y las libanesas puedan expresar su voluntad política a través de los representantes que van a elegir para el Parlamento».
Poco antes de comenzar el despliegue de los observadores de corto plazo por todo el país, Valenciano asegura a Efe que los libaneses han estado esperando «durante muchísimo tiempo» que se lleven a cabo estos comicios.
Debido a la inestabilidad política, el Líbano ha estado nueve años sin dar la oportunidad a sus ciudadanos de acudir a las urnas, después de que los parlamentarios prorrogaran sus mandatos en 2013, 2014 y en 2017.
«Hay una nueva ley electoral que va a proporcionar algunos cambios en la forma de elegir a los representantes. Hay mucha expectación por ver lo que va a suceder, si se va a mantener los bloques tradicionalistas que operan o va a haber algunos cambios», apunta la eurodiputada socialista, que desplegó ayer a los últimos observadores de la misión.
Tras arduas negociaciones fue aprobada en 2017 una nueva ley electoral, que establece un sistema proporcional y voto preferencial, pero mantiene la división del electorado en función de su religión.
El hecho de que el Líbano sea un crisol de 18 comunidades religiosas hace que la llamada «París de Oriente Medio» viva en una tensión continua, que puede aumentar por cualquier suceso que pueda ocurrir, como el vivido el pasado noviembre cuando el primer ministro, Saad Hariri, renunció en Riad, aunque acabó retractándose de su dimisión.
Aun así, «la campaña está transcurriendo con bastante calma», pese a algún incidente ocurrido entre algunas fuerzas políticas en Beirut -dice la política- y sabe que «hay sitios donde hay mayorías muy grandes políticas» donde las «minorías tienen dificultad para expresarse».
Unos 3,5 millones de electores están llamados a elegir a los 128 diputados que tienen su asiento en el Parlamento -64 cristianos y 64 musulmanes- y entre 700 candidatos que se presentan, hay 86 mujeres, una cifra récord para el Líbano.
Una de las electoras será la libanesa Sandra, de 23 años, quien votará por primera vez este domingo en Al Koura, en el norte del país.
«Estoy emocionada», afirma a Efe, antes de añadir que irá a su colegio electoral «por la nueva generación» ya que espera que «haya cambios».
Por otro lado, el jefe adjunto de la misión de la UE, José Antonio de Gabriel, explica a Efe que es «evidente la enorme expectación» entre la población libanesa porque «los ciudadanos querían votar y ahora lo van a hacer».
De Gabriel, que se encuentra en el país desde que comenzó la misión de observación hace más de un mes, destaca que la «enorme» diáspora libanesa ha tenido la oportunidad de acudir a las urnas, siendo esta «la primera vez» en la historia del Líbano.
«Nosotros observamos en diez países en Europa y vimos que fue un momento cargado de emoción», recuerda.
La UE fue invitada por las autoridades libanesas para observar las elecciones y asegurar todos los aspectos del proceso, incluyendo el marco legal, el respeto a las libertades y el acceso a los medios de comunicación, entre otros, y se quedará hasta el 8 de mayo para presentar el informe preliminar y preparar el completo.
Pese a que los grandes partidos políticos -Hizbulá, la Corriente del Futuro y la Corriente Patriótica Libre- tienen todas las papeletas para llevarse más escaños, los minoritarios e independientes se presentan con fuerza ante una generación que roza la treintena y que se estrena en estos comicios.