Crónica | Ir bien vestido más allá de la playa, una nueva «etiqueta» en la costa belga - 800Noticias
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EFE

En Knokke, una de las ciudades costeras más visitadas de Bélgica, han aparecido recientemente señales pintadas en el suelo que indican a los visitantes un nuevo código de vestimenta.

Los turistas son así avisados de que deben mantener las formas fuera de la playa, vestir con decoro y contribuir a mantener una buena imagen de la ciudad en las zonas aledañas al paseo marítimo, restaurantes, tiendas y calles del interior.

En esta zona de la costa belga, situada en el límite con Holanda, el verano se disfruta con brisa marina y temperaturas algo más cálidas que en el resto del país.

Los turistas pasean vestidos de vacaciones y aire desenfadado, con el traje de baño, las chanclas y artículos de playa como complementos.

Pero este «dress code» (código de vestimenta) tiene un límite para el concejal de Turismo del municipio, Anthony Wittesaele, miembro del partido de centroderecha GBL (Gemeentebelang), convertido en estilista para diseñar las reglas de vestuario aptas para los turistas de esta zona.

«Hemos tomado esta irónica iniciativa con la que queremos hacer reír un poco a la gente, para decirle que hay que prestar atención a cómo se viste uno cuando se está en la ciudad», dice Wittesaele a Efe.

De momento, es una medida informativa. Las señales están en las calles y también se ha informado en la prensa, pero, además, «hay gente que contratamos, guardias de la comunidad paseando alrededor, diciendo a los turistas qué deberían hacer si se produjera algún comentario», explica el concejal.

Knokke se caracteriza por un estatus elevado entre sus visitantes. Sin ir más lejos, el propio concejal es notario de profesión y asegura que estar en el ayuntamiento es un «hobby».

«Principalmente, lo que no queremos son cuerpos desnudos y gente con el torso al descubierto enseñando sus abdominales en la ciudad, es ahí donde está el límite», puntualiza Wittesaele.

De momento, agrega, es solo «una acción irónica», aunque no descarta «poner pequeñas multas si la gente continúa haciéndolo».

REACCIONES A LA MEDIDA

El dibujo en el suelo de una de las señales que representa un zapato de tacón ha dado lugar a algunas reacciones. «Nos han dicho que el hecho de que las mujeres tengan que llevar tacones es sexismo», señala Wittesaele y continúa: «Pero teníamos que encontrar los símbolos apropiados para mostrar que lo que queríamos era un poco de clase y ropa estética».

También la repercusión en medios locales ha hecho que el concejal de Turismo se vea algo desbordado por la mediatización de esta iniciativa.

«La intención era implementarlo de manera discreta, no avisamos a nadie cuando pusimos la señalización, pero en unas horas recibí llamadas de todas las televisiones y radios», explica.

El edil asegura que «muchas estaciones balnearias están pensando en mejorar el nivel turístico» y que, en general, la medida adoptada «está bien vista».

«Hemos tenido muchas reacciones y ninguna negativa», sostiene el concejal, algo que, preguntando por el paseo marítimo, no todos comparten.

Sasha, una joven acompañada por un grupo de amigas, considera que la iniciativa «es un escándalo, ya que uno tiene la libertad de vestirse como quiera». «Si hay gente que se quiere pasear en bikini, puede», reivindica.

La pasada semana Bélgica alcanzó el récord de temperatura nunca antes registrada en el país, así que la ola de calor hizo que desde el ayuntamiento fueran «un poco tolerantes», indica Wittesaele.

«Tuvimos hasta 40 grados, en España puede que sea normal, pero aquí es algo muy difícil de soportar», aunque, «en cualquier caso, pensamos que sí estamos viendo ya algo de resultado», prosigue convencido el concejal.

Por el contrario, Valentin Michel, veterano vendedor de helados de la zona, se muestra más escéptico: «No creo que vaya a haber grandes cambios (…) Yo cuando estoy de vacaciones voy sin camiseta tanto en el paseo como en las tiendas».

«Si la gente está en la playa y se tienen que vestir cada vez que quieren comprar algo es un poco problemático», opina Michel.

Lo que deja claro esta nueva medida es que, a partir de ahora, la camiseta y los zapatos para ir más allá de la playa sí que serán un «imprescindible» este verano en Knokke.

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