Croacia busca una difícil salida a la inestabilidad en elecciones del domingo - 800Noticias
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EFE

Croacia busca una difícil estabilidad política en las segundas elecciones que se celebrarán el próximo domingo, ya que ninguno de los dos grandes partidos, el conservador y el socialdemócrata, tienen visos de obtener una mayoría para formar gobierno en solitario.

Las elecciones llegan después de que el pasado junio cayese el Gobierno de coalición de centro derecha tras apenas cinco meses en el poder, entre querellas internas y escándalos por conflictos de intereses que minaron la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ) y ocasionaron la salida de su líder, Tomislav Karamarko.

Según las encuestas, los croatas volverán a votar de forma similar a como lo hicieron en noviembre de 2015, con la marca electoral que encabezan los socialdemócratas (SDP) alcanzando el 34% seguida por los conservadores de la HDZ con el 27 %.

Así las cosas, ambas formaciones dependerán de otros partidos minoritarios, como el centrista Most -que pactó en la pasada legislatura con los conservadores- para llegar al poder.

La campaña electoral, en la que predominan promesas económicas irreales en un país todavía golpeado por la crisis económica, ha sido de tono más moderado que la anterior, en la que hubo un estilo bronco con acusaciones entre la izquierda y la derecha que se remontaban incluso a la II Guerra Mundial.

«Es verdad que las promesas de los partidos hacen parecer como que sus programas fueran escritos por los Hermanos Grimm o Hans Christian Andersen, pero a diferencia de las elecciones pasadas cuando todo se reducía a los antagonismos de la II Guerra Mundial, éstas promesas por lo menos se refieren a la economía», indica a Efe el analista Boris Raseta.

La marcha del exjefe de los servicios secretos Tomislav Karamarko como líder conservador y sus sustitución por el diplomático y europarlamentario moderado Andrej Plenkovic han sido una de las razones de ese cambio.

«Karamarko llevaba al país muy radicalmente hacia la derecha. Plenkovic ya ha movido a la HDZ al centro-derecha», afirma Raseta.

La HDZ acudirá a estas elecciones sólo con sus siglas, mientras que el año pasado encabezó la «Coalición patriótica» que incluía a partidos de ultraderecha y hasta pro ustashas, simpatizantes del régimen pronazi de la II Guerra Mundial.

A su vez, los socialdemócratas del ex primer ministro Zoran Milanovic lideran la «Coalición popular», en la que participan varias formaciones minoritarias.

Milanovic considera que el discurso moderado de Plenkovic enmascara el nacionalismo conservador de la HDZ y que un gobierno de esa formación será inestable, ineficaz e intolerante.

Un aspecto de estas elecciones es que sus principales contendientes, ambos juristas y antiguos diplomáticos cerca de los 50 años, podrían casi intercambiar sus partidos, que ofrecen unos programas similares en líneas generales.

El comedido jefe conservador, de padres comunistas, parece encarnar con su moderación las esperanzas socialdemócratas, mientras que el extrovertido y deslenguado Milanovic, que recientemente reveló que su abuelo fue «ustasha», parece el líder que muchos en la HDZ ansían.

En el juego de alianzas postelectorales la HDZ parte con cierta ventaja frente al centroizquierda ya que podría asociarse con el centrista Most.

Un gobierno más moderado ayudaría a rebajar las tensiones con Serbia, país vecino con el que Croacia ha tenido varios encontronazos diplomáticos en los últimos meses entre acusaciones mutuas de intolerancia y nacionalismo.

Los socialdemócratas croatas defienden más los derechos de la minoría serbia y unas buenas relaciones con Belgrado, pasos criticados hasta ahora por el nacionalista HDZ.

Si la HDZ modera su lenguaje hacia Serbia y se muestra conciliador podría ser un importante avance para una definitiva reconciliación entre ambos países.

«La HDZ pertenece al Partido Popular Europeo, igual que (el primer ministro serbio) Aleksandar Vucic y Angela Merkel, con la que Plenkovic cooperará. Ese paraguas alemán ayudaría mucho a la normalización», opina Raseta.

Después de que la economía croata saliera por fin en 2015 de una recesión de seis años en la que se contrajo en un 12 % y el desempleo subió al 17 %, este año el crecimiento podría superar el 2 por ciento y el paro bajar al 15 %.

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