Crisis en Hong Kong podría dañar el desarrollo económico y social
EFE
La crisis en Hong Kong hará que el desarrollo económico y social de la excolonia británica se vea «gravemente dañado» si continúan los enfrentamientos, advierte el Diario del Pueblo, principal órgano de comunicación del Partido Comunista Chino (PCCh).
Hong Kong es una «sociedad plural» en la que «no sorprende» que haya diferentes opiniones sobre ciertos temas, afirma el rotativo estatal, que alerta en un editorial del peligro que supondría permitir que la sociedad local caiga en una «espiral» en la que todo se politice y «cree enfrentamientos artificiales».
Así, considera que el polémico proyecto de ley de extradición -que provocó las protestas en la ciudad- «ha sido politizado e incluso demonizado», algo que ha «creado disputas sociales e incitado a actividades ilegales».
Las sucesivas manifestaciones en las últimas semanas y el asalto por parte de cientos de jóvenes a la sede del Parlamento en la noche del lunes han «dañado la reputación de Hong Kong como una metrópolis comercial internacional, así como los intereses vitales y el bienestar fundamental de los hongkoneses».
«Una sociedad regida por las leyes tiene que dar cabida a las diferentes voces, pero eso no significa que algunos puedan llevar a cabo acciones ilegales y mucho menos que se tengan que tolerar delitos violentos», agrega, antes de pedir que se investiguen los hechos.
Tras recordar un refrán chino ( «la armonía puede llevar a la buena suerte, pero la falta de armonía puede llevar al desastre»), el Diario del Pueblo recalca la «vital importancia» de que en esta región autónoma se forme una «buena manera de respetar la Constitución y la Ley Básica (la ley de más alto rango en Hong Kong), y de garantizar el Estado de derecho para la sociedad de Hong Kong».
«Condenar enérgicamente la violencia extrema y perseguir los actos ilegales graves hasta el final son las aspiraciones comunes de todos los patriotas en Hong Kong», exhorta.
El asalto a la sede del Consejo Legislativo se produjo el mismo día en el que se celebraba el vigésimo segundo aniversario del traspaso de la soberanía de Hong Kong a China por el Reino Unido, tras una manifestación en la que participaron, según los organizadores, unas 550.000 personas.
Esta ha sido la última de las numerosas protestas realizadas en las últimas semanas para exigir la retirada del polémico proyecto de ley de extradición, que facilitaría la entrega de sospechosos a otras jurisdicciones, entre ellas a la China continental.
Asimismo, los manifestantes reclaman la dimisión de la jefa del Ejecutivo local y principal impulsora del proyecto, Carrie Lam, y la liberación de los detenidos en anteriores protestas.
El Gobierno chino ya emitió ayer un comunicado en el que condenaba «enérgicamente» los «muy violentos» actos y reclamaba a las autoridades locales que «restauren el orden social normal lo antes posible».