Crisis de producción: 70% de la maquinaria agrícola está paralizada - 800Noticias
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Con información de VF

El plato de comida venezolano cada día tiene más dificultades para llegar a la mesa. La poca producción de alimentos evidencia su crítica situación por los costos de los rubros en el mercado e incluso, la desaparición de muchos de ellos.

La falta de ingreso de nueva maquinaria agrícola al país, el difícil acceso a las granjas de cultivo por el deterioro de las arterias viales, la escasez de repuestos y el déficit de transporte agudizan el esfuerzo que desde el campo zuliano se hace para la distribución de tubérculos, granos y hortalizas.
En la granja Ramón Fernández, ubicada en la avenida principal Los Lirios, parroquia Venancio Pulgar, reposa un tractor Pauny desarmado y en deterioradas condiciones. Los trabajadores solían utilizar la máquina para el arado y el surcado de las tierras, pero desde hace seis años está inoperativa.
Según los obreros, el tractor fue entregado por la empresa Pedro Camejo en el año 2007, pero desde que sus repuestos empezaron a fallar dejaron de obtener respuestas por parte de la empresa encargada de la mecanización agrícola en el país.

Un millón por hora

Los granjeros denuncian que debido a la desatención de la institución socialista los productores agropecuarios deben acudir al alquiler de máquinas de arado y surcado de empresas particulares.
“Ellos nos cobran 1 millón de bolívares por hora y nosotros necesitamos utilizarla 10 horas más o menos, cuatro veces al año. Entonces, ¿cómo quiere que vendamos un kilo de yuca a 10 mil bolívares?”, dijo Néstor Urdaneta, encargado de la granja Ramón Fernández.
Para Néstor, el precio del alquiler de los tractores es entendible: “Si un cuñete de aceite pasa de los 10 millones de bolívares y los cauchos pequeños del tractor no bajan de los 60 millones”.
“Si el Gobierno nos diera una máquina por granja, nosotros volveríamos a cubrir la demanda. Aquí hay ganas de trabajar, solo que no tenemos los recursos y solo producimos para lo que nos alcanza”, añade Néstor, quien mantiene a su familia con las ganancias que de la cosecha se obtenga.
El exdecano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ) e ingeniero agrónomo, Werner Gutiérrez, asegura que en Venezuela el déficit de maquinaria especializada para el cultivo sobrepasa las 35 mil unidades.
“Cada año se deberían reponer 5 mil tractores nuevos al mercado agrícola, pero eso no ocurre. Desde hace casi siete años, Venezuela no está ingresando máquinas nuevas”, dijo el vocero de Fegalago.
El también profesor añade, además, que tampoco ingresan al país repuestos para las máquinas existentes, lo que signi ca el n de la vida útil de ellas.
“Alrededor del 70 % de la maquinaria en el parque del sector agrícola está paralizada en estos momentos por falta de repuestos, por eso piden precios tan especulativos por el uso de la poca maquinaria que queda útil en el campo”, explica Gutiérrez.

Firmes en el campo

Las razones para dejar el campo son innumerables. Los obreros reciben de 200 a 300 mil bolívares diarios que no les alcanza ni para el almuerzo de un día de sus numerosas familias.
Cada día es más ardua la tarea de llevar los productos de la cosecha a la ciudad. Las principales arterias viales que conducen a las granjas están en pésimas condiciones y la falta de transporte hace que los comerciantes caminen de tres a cuatro kilómetros, con los sacos de mercancía en sus hombros, pues pocos son los vehículos que transitan por esa carretera.
Los encargados del cultivo afirman que, de continuar en las precarias condiciones laborales que se encuentran, con gastos totales hasta de 70 millones invertidos por siembra, los productores tendrán que forzosamente dejar de cultivar.
“Si seguimos así no habrá agricultor que siembre. El pueblo se irá a morir de hambre. Nosotros solo pedimos mayor atención por parte del Gobierno. Aquí solo necesitamos ayuda y seguiremos produciendo”, sostiene Néstor, quien ha vivido toda su vida de la siembra y el cultivo.
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