Criaturas que podrían ser monstruos de Halloween
800 Noticias | Foto: Referencial
Se acerca Halloween, y más allá de calabazas, calaveras, brujas y fantasmas, cada año muchos buscamos ideas originales con las que celebrar esta fiesta de origen celta. Y lo cierto es que la naturaleza nos puede sorprender con curiosas criaturas que parecen sacadas de una película de terror. Animales reales, cuyas características desafían nuestra imaginación.
Desde las profundidades abisales hasta los rincones más oscuros, estas especies nos sumergen en un mundo de fascinación y espanto, donde la realidad supera con creces la ficción. Acompáñanos en este viaje a través de lo espeluznante y lo extraordinario en el reino animal.
Astroscopus guttatus, el pez zombi
En las aguas poco profundas del océano Atlántico, entre Carolina del Norte y Nueva York, parcialmente enterrado en la arena, habita a una criatura fascinante. De nombre científico Astroscopus guttatus, también conocido como miraestrellas del norte y, más coloquialmente, pez zombi, es un animal extraño, de más de medio metro de longitud.
Su cuerpo oscuro presenta manchas blancas en el dorso, lo que facilita su camuflaje en zonas arenosas. Unos ojos saltones que salen del sustrato le permiten al pez zombi vigilar su entorno permanentemente, mientras con la boca, también dirigida hacia arriba, como si fuese una trampa, captura las presas que embosca. Además, el pez zombi cuenta con órganos eléctricos, con los que dispara descargas lo suficientemente intensas como para aturdir a sus presas.
Linophryne brevibarbata, el pez diablo barbado
Descendiendo a mayor profundidad, desde 600 a 2000 metros, aparece la siguiente criatura. Distribuido por casi todo el Atlántico Norte, incluyendo las costas de España, allí donde la luz del sol nunca llega, se esconde el pez diablo barbado, Linophryne brevibarbata.
La hembra de esta especie se caracteriza por su morfología peculiar, como se puede ver en la fotografía, con apéndices y barbillas que le permiten detectar presas en la penumbra. Pero más sorprendente aún es el comportamiento del macho, de tamaño mucho más pequeño, que adopta un rol parasitario, dependiendo de la hembra, a la que se fija en la región de la cloaca. Esta estrategia, poco común, es crucial para su supervivencia en un entorno tan hostil y muestra la asombrosa diversidad de la vida marina en las profundidades del Atlántico Norte.
Con información de Muy Interesante
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