COVID-19 supone mayor riesgo de mortalidad en pacientes con cáncer
EFE
El impacto de la COVID-19 en el cáncer ha sido uno de los asuntos más esperados de la primera jornada de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) que, por primera vez en sus 56 años de historia, se celebra de forma telemática y no en Chicago, como es habitual, debido a la pandemia.
Durante tres días, periodo que también se ha reducido, se presentarán 2.215 estudios para su exposición en el programa científico virtual y otros 3.400 resúmenes adicionales para su publicación.
El estudio sobre COVID-19 y cáncer presentado este viernes supone la mayor serie de datos publicados sobre el impacto del coronavirus en el cáncer, dado que se trata de un virus que se conoce hace apenas seis meses, cuando brotó en la ciudad china de Wuhan.
Se trata de una iniciativa del Cancer Consortium que aglutina los datos registrados durante este epidemia de pacientes de diferentes países del mundo como España, Estados Unidos o Canadá con una media de edad de 66 años y dividido al 50% entre hombres y mujeres.
Del total de pacientes, 422 (45%) pacientes estaban en remisión y 396 (43%) tenían cáncer activo. De los activos, el 74% tenía enfermedad estable o que respondía al tratamiento y el 26% tenía enfermedad progresiva en el momento del diagnóstico de COVID-19.
Además, se comprobó que si a esos pacientes con cáncer y COVID-19 se les trataba de forma combinada con hidroxicloroquina (utilizado contra la malaria) y azitromicina (un antibiótico) había un riesgo 2.89 veces mayor de mortalidad a los 30 días que si no hubieran sido tratados con ninguno, mientras que “no hubo un aumento significativo del riesgo asociado” con el uso solo de uno u otro medicamento.