COVID-19 podría hacer que sistema inmunológico de algunos pacientes los ataque
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Los inmunólogos de todo el mundo han reenfocado sus esfuerzos para luchar contra el SARS-CoV-2. Trabajan intensamente para intentar responder a la pregunta de por qué, mientras algunas personas caen gravemente enfermas, otras salen indemnes. Se trata de una cuestión muy compleja, pero ya vamos conociendo algunas pautas claras.
Uno de los aspectos que más atención ha recibido ha sido el de la producción de anticuerpos (proteínas capaces de neutralizar y exterminar patógenos invasores como los virus). La identificación en algunos pacientes de los denominados “anticuerpos autorreactivos”, que en los casos más graves de covid-19 se dirigen contra los propios tejidos del enfermo en lugar de luchar contra los microbios causantes de la infección, ha causado una gran inquietud.
En un primer momento, ciertos estudios vincularon estos autoanticuerpos con los peligrosos coágulos sanguíneos que se les forman a algunos enfermos de covid-19 de cuidados intensivos. Sin embargo, hay estudios más recientes que los relacionan con un empeoramiento de la enfermedad. El motivo es que, en un porcentaje importante de los casos graves, dichos autoanticuerpos desactivan componentes fundamentales de las defensas frente a los virus.
Los investigadores del Lowance Center for Human Immunology de la Universidad de Emory han investigando la respuesta inmune responsable de la producción de anticuerpos en los enfermos de covid-19. En el pasado, el grupo dirigido por Ignacio Sanz, ha investigado las respuestas inmunes que contribuyen a la producción de autoanticuerpos frente a enfermedades autoinmunes, como el lupus.
Más recientemente, se han centrado en ese mismo aspecto en los casos graves de covid-19. «Sin embargo, y aunque éramos capaces de calificar como autoinmune la respuesta del organismo de estos enfermos, no podíamos confirmar que, camuflada entre otro tipo de respuestas frente a los virus, en este caso existiera también una producción de autoanticuerpos.»
En un estudio aparecido hace poco (aunque aún está a la espera de una revisión por pares) hemos realizado un descubrimiento alarmante: en los casos más graves de covid-19, la producción de autoanticuerpos es habitual. Se trata de un hallazgo que potencialmente podría tener un enorme impacto, tanto en términos de aplicación de los tratamientos precisos como en lo relacionado con la recuperación de la infección.
Las infecciones graves están relacionadas con la producción de autoanticuerpos
Existen diversos tipos de autoanticuerpos, que por lo general se enfocan a combatir enfermedades específicas. Los pacientes de lupus, por ejemplo, normalmente desarrollarán anticuerpos que fijarán como objetivo su propio ADN (las moléculas que componen el genoma humano).
Los pacientes que padezcan la enfermedad autoinmune de la artritis reumatoide son menos propensos a generar este tipo de anticuerpos, aunque presentan una mayor tendencia a dar positivo en los test de factor reumatoide (una variedad de anticuerpos que se enfrenta a otros anticuerpos).
En este estudio, «nuestro grupo analizó los historiales médicos de 52 pacientes de covid-19 que estaban recibiendo cuidados intensivos. Ninguno de ellos tenía antecedentes de enfermedad autoinmune. Sin embargo, en lo que la infección seguía activa en ellos, se les detectó mediante test que tenían autoanticuerpos similares a los que se generan en un amplio abanico de enfermedades», explica el texto.
Para el laboratorio los resultados fueron contundentes, ya que la mitad de los 52 pacientes dieron positivo en los test de autoanticuerpos. Y de los pacientes con mayor nivel en sangre de la proteína C reactiva (un marcador de inflamación), más de dos tercios presentaban indicadores compatibles con el hecho de que su sistema inmune estaba produciendo anticuerpos que atacaban a sus propios tejidos.
Aunque este hallazgo resulte preocupante, «hay aspectos que nuestros datos no revelan. Si bien no hay duda de que los pacientes más graves generan una respuesta inmune que implica autoanticuerpos, los datos no nos dicen hasta qué punto dichos autoanticuerpos contribuyen a agravar los síntomas más severos de covid-19».
Podría ser que las enfermedades víricas graves tuvieran como efecto normal la producción de autoanticuerpos sin apenas consecuencias. En este caso, simplemente se trataría de la primera vez que lo hemos visto. Por otro lado, tampoco sabemos cuánto duran estos autoanticuerpos. Nuestros datos apuntan a que su presencia se mantiene relativamente estable durante algunas semanas, pero necesitamos estudios de seguimiento para saber si habitualmente permanecen una vez superada la infección.
«Como dato importante cabe destacar que, en nuestra opinión, las respuestas autoreactivas que hemos identificado en estos casos son específicas de la infección provocada por el SARS-CoV-2. Así, no hay motivo para creer que podrían producirse efectos similares a la hora de vacunarnos contra el virus», dice la publicación.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.