1. Deja de fumar
El hábito tabáquico prolongado no solo trae problemas para los pulmones. En realidad, fumar constantemente se relaciona con muchas enfermedades.
La evidencia asocia al humo del tabaco con un mayor de riesgo de desarrollar artritis reumatoide. Aunque la asociación es más sólida en fumadores activos, los fumadores pasivos también están en riesgo. El estrés oxidativo, la formación de autoanticuerpos, los procesos inflamatorios internos y los cambios epigenéticos inciden en el desarrollo del trastorno.
Por tanto, si deseas prevenir la artritis reumatoide debes dejar de fumar. Intenta por reducir el número de cigarrillos que fumas al día, de manera que abandones el hábito de forma progresiva. Los pacientes diagnosticados también deben apegarse a este consejo, ya que la reducción del tabaco afecta de manera positiva a los síntomas de la condición.
2. Reduce el consumo de alcohol
Los investigadores también han encontrado una relación entre el consumo excesivo de alcohol y la artritis reumatoide. Sin embargo, otros expertos sugieren que el bajo consumo e incluso el moderado tiene un efecto positivo. A pesar de esta ambivalencia de resultados, la norma general es que las personas reduzcan el consumo de bebidas alcohólicas para prevenir la artritis reumatoide.
Existe un debate sobre qué se considera consumo bajo, moderado y excesivo de alcohol. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el consumo excesivo es de 8 o más bebidas para las mujeres y 15 o más bebidas para los hombres durante la semana. Mientras menos bebas, mejor. Recuerda que esto te reportará otros beneficios para la salud.
3. Reduce los episodios de estrés
El estrés se ha catalogado como un factor de riesgo para desarrollar artritis reumatoide. No se ha encontrado el mecanismo por el cual el estrés incide en este y otros trastornos autoinmunes (como la psoriasis, por ejemplo), pero se piensa que lo hace debilitando al sistema inmunitario.
Para prevenir la artritis reumatoide, debes procurar minimizar los episodios de estrés diarios. Para ello puedes incluir una serie de hábitos como lo son los ejercicios de respiración, el yoga, la meditación o el mindfulness. Todo lo que ayude a reducir estos episodios será bienvenido como complemento.
4. Mantén un peso saludable
Los estudios y las investigaciones sugieren una posible conexión entre el sobrepeso y la obesidad con este trastorno autoinmune. En efecto, muchos pacientes con estas condiciones son diagnosticados con artritis reumatoide, en especial cuando existen otros factores de riesgo ya mencionados.
5. Haz actividad física
Los beneficios del ejercicio son indirectos, pero significativos a largo plazo. Al hacer actividad física controlas tu peso, fortaleces los huesos y las articulaciones, evitas decenas de complicaciones y enfermedades, mantienes tu sistema inmunitario saludable, reduces los niveles de estrés y demás.
Todo esto tiene un efecto positivo al momento de prevenir la artritis reumatoide. Lo ideal es que optes por el ejercicio aeróbico, aunque cualquier tipo de actividad física es bienvenida. Puedes seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 150 minutos de ejercicio intenso o 300 minutos de ejercicio moderado a la semana.