Conozca cómo podría ser la política exterior de Bolsonaro en Brasil
EFE
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, buscará ampliar la política exterior del gigante suramericano «sin connotación ideológica» y acercarlo a países que, según él, fueron relegados por los Gobiernos de izquierda de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Así lo ha afirmado en las últimas horas el recién elegido gobernante y algunos de sus más cercanos colaboradores como Paulo Guedes, el consejero económico que Bolsonaro ha anunciado como su ministro de Hacienda, y el diputado federal Onyx Lorenzoni, quien sería su ministro de la Presidencia, un cargo que controla todos los resortes del poder en Brasil.
Desde su campaña, Bolsonaro siempre mostró interés por acercarse a países desarrollados que fomenten el comercio exterior de Brasil y ha sido un férreo enemigo de mantener nexos con gobiernos de países como Venezuela y Cuba, que para el ultraderechista no agregan valor económico y tecnológico al país.
«Dejaremos de alabar dictaduras asesinas y de despreciar o incluso atacar democracias importantes como la de Estados Unidos, Israel e Italia. No haremos más acuerdos comerciales espumosos o entregaremos el patrimonio del pueblo brasileño a dictadores internacionales», señala Bolsonaro en el plan de Gobierno que presentó ante la justicia electoral.
Bolsonaro, quien en reiteradas oportunidades ha resaltado su intención de impulsar el libre comercio con otras naciones y promover la inversión extranjera para disminuir el desempleo, señaló este domingo que su política exterior acabará con las «tendencias ideológicas», acercará a Brasil a los países más desarrollados y recuperará el «respeto internacional».
«Queremos, sí, aproximarnos a varios países del mundo sin connotaciones ideológicas y por eso tenemos la necesidad de un buen ministro de Relaciones Exteriores que converse con todo el mundo», afirmó, tras haber recibido la felicitación del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a quien admira.
Las declaraciones del ultraderechista fueron reafirmadas este domingo por Guedes, el cerebro económico de Bolsonaro quien señaló que el Mercosur «no será prioridad para el nuevo Gobierno» porque el bloque conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay fue constituido como una entidad «totalmente ideológica».
«No vamos a romper con nadie, no vamos a romper ninguna relación. ¿Yo solo voy a comercializar con Argentina? No. ¿Solo voy a comercializar con Venezuela, Bolivia y Argentina? No. Vamos a comercializar con el mundo» y «no seremos prisioneros de relaciones ideológicas», precisó Guedes en un encuentro con los medios.
Esto fue reforzado este lunes por Lorenzoni, otro de los más cercanos colaboradores de Bolsonaro y quien dijo que el primer viaje que tiene previsto el presidente electo de Brasil al exterior, será a Chile, ahora bajo el mando del presidente Sebastián Piñera.
Según el diputado, Bolsonaro y Piñera «pueden ser hermanos en la lucha por la construcción del desarrollo» en América Latina.
Chile ya estaba en la mira de Bolsonaro desde su campaña, un país que el ultraderechista dice admirar y a cuyo presidente Piñera, ha elogiado.
Los anuncios que ha hecho Bolsonaro en relación con su política exterior «va totalmente en desencuentro con la adoptada por los gobiernos petistas (de Lula y Rousseff)», según Zilda Mendes, profesora comercio exterior y cambio de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, citada en una nota divulgada por esa institución.
Si bien para la académica, con lo estipulado en su plan de gobierno y lo que dijo públicamente Bolsonaro durante su campaña, «no se puede saber en detalle qué medidas se adoptarán efectivamente y cuáles serán sus respectivas prioridades».
No obstante, el presidente electo de Brasil pretende buscar «una nueva forma de hacer comercio con toda América del Sur, sin sesgo ideológico», y también ha precisado que quiere buscar alianzas con todos los países, pero «sin renunciar» a la soberanía nacional.