¿Conoces qué tipo de piel tienes?
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Conocer el tipo de piel que se tiene debe ser prioridad independientemente de la edad de la persona, para así poder aplicar el tratamiento adecuado.
La escogencia de los productos de marcas comerciales e incluso los ingredientes naturales no deberían hacerse a la ligera, es fundamental que la seleccione siempre responda a las exigencias de la piel.
La escogencia de los productos de marcas comerciales e incluso los ingredientes naturales no deberían hacerse a la ligera, es fundamental que la seleccione siempre responda a las exigencias de la piel.
¿Posees cutis normal, seco, graso o mixto? En estas líneas te ofrecemos algunos datos que expertos señalan sobre cuáles son las características de cada tipo de piel, y además, algunos cuidados que se deben tener para mantenerla bella y saludable.
Normal
Se caracteriza por su suavidad, textura compacta, sin manchas y aterciopelada. Posee circulación sanguínea normal y es lisa y blanda según la edad. Además, no brilla ni presenta tensiones.
No es muy frecuente encontrar este tipo de piel, pero si es fácil reconocerla.
En este tipo de piel las glándulas sebáceas y sudoríparas funcionan normalmente, lo mismo que el metabolismo y los procesos de eliminación de toxinas.
Los niños y las personas muy jóvenes pueden ubicarse en esta calificación. Para su cuidado solamente se necesitan buenos productos de higiene que no perjudiquen sus funciones fisiológicas.
Aunque es el tipo de piel soñada de muchos, se debe tener especial cuidado pues con el paso del tiempo tiende a resecarse; por tanto, es importante que al detectar los primeros síntomas de resequedad cambie su rutina de belleza.
Para conservar la piel normal lo más aconsejable es utilizar cosméticos naturales, los cuales mantendrán su textura compacta y su suavidad.
Grasa
Los signos más comunes son aspecto graso en la superficie y aparición frecuente de puntos negros o pequeñas protuberancias debajo de la piel.
La piel grasa tiene una gran ventaja, no envejece tan pronto porque posee grandes poros y las glándulas sudoríparas y sebáceas trabajan con intensidad.
Un tratamiento adecuado y en el momento justo puede ayudar a evitar o a disminuir la aparición de infecciones o brotes de acné.
Aunque existen muchos productos para el cuidado de la piel grasosa, estos se deben aplicar con precaución y de manera continua con el fin de quitarle su característico aspecto brillante.
Seca
Reconocer este tipo de piel es fácil porque se pueden observar poros pequeños, pobreza en grasa debido al poco trabajo de las glándulas sudoríparas y dificultad para producir o conservar la humedad del agua.
El cutis se presenta opaco, pálido, con escamas y tendencia a agrietarse. Por otra parte, debido a la poca elasticidad que posee, es más propensa a arrugarse prematuramente, por lo cual se aconseja utilizar productos cosméticos que aporten grasa y humedad.
Con la yema de los dedos hala la piel hacia arriba, si observa la formación de líneas sutiles, tienes el tipo de piel seca.
Otros síntomas claros que te permitirán confirmar que tienes este tipo de piel es que puedes quemarte o escamarte fácilmente con el sol, o incluso, puedes experimentar sensación de rigidez luego de lavarte la cara con agua y jabón.
Para cuidar adecuadamente este tipo de piel es conveniente evitar el uso de jabón y las exposiciones al frío y al viento. Es igualmente propicio un tratamiento de exfoliación.
Además, utilizar limpiadores que contengan aceites vegetales o productos grasos; esto ayuda a limpiar, suavizar e impedir un temprano envejecimiento.
El consumo de agua para proteger este tipo de piel es esencial, por lo que se sugiere ingerir varios vasos de agua al día.
Mixta
Es el tipo de piel más común. Se puede identificar si se nota la presencia de una zona grasosa en el centro de la cara y otras áreas secas o normales.
Es decir, la frente y los alrededores de la nariz y la barbilla suelen verse brillantes y están propensos a las espinillas y los poros abiertos, mientras que las zonas alrededor de los ojos, los labios, las mejillas, las líneas exteriores de la frente y el cuello suelen ser secas o normales.
Para cuidar la piel mixta se debe tratar de esa manera, es decir cuidarla individualmente. De esta manera la limpieza, tonificación y humectación se harán según el tratamiento conveniente para cada zona.
Sensible
Esta clase de piel no se puede calificar con precisión. Posee características comunes a todas las pieles, su rasgo característico es, sin embargo, ser sensitiva y alérgica.
Esta sensibilidad sólo se manifiesta en ciertas áreas, las cuales se muestran secas, inflamadas, y en algunos casos con los vasos capilares rotos, sobre todo en la nariz y las mejillas.
Esta piel se caracteriza por ser muy sensible a los rayos del sol, al frío y al viento. Suele reaccionar ante muchos de los ingredientes contenidos en los productos de belleza normales, especialmente aquellos con fragancia.
La piel sensitiva necesita ser tratada con productos especiales y solamente en las áreas afectadas. Recuerda ante todo que la piel necesita respirar, oxigenarse, y también que durante las horas de la noche se realiza una renovación celular.