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Los pueblos antiguos, desde babilonios y egipcios hasta griegos y romanos, sentían admiración por las estrellas que brillaban en el firmamento, pues la disposición de estas servía, entre otros fines, para la orientación y la medición del tiempo. El trazo de líneas entre las que formaban grupos, las constelaciones, sirvió para facilitar su identificación.
El resultado de esas composiciones fueron diversas formas, algunas de las cuales entraron a formar parte de los doce signos del Zodiaco o Zodíaco. Esta palabra halla su origen en el griego: a partir de zoon, ‘animal’, se forma zodion,‘figurita de animal’, y zodiakós, ‘relativo a las figuritas animales’.
Y dado que desde tiempos remotos se creía en la influencia de las estrellas en el destino del hombre, podría decirse que cobró una importancia trascendental la figura del astrólogo (del griego astron, ‘estrella’, y logos ‘palabra, razón’), esto es, el que habla sobre las estrellas o el que lee el horóscopo.
Aunque no existe una explicación científica que relacione la personalidad o comportamiento de los seres humanos con las constelaciones, muchas personas consultan su horóscopo para conocer que les depara el futuro.
Conoce el origen de cada uno de los nombres de signos:
Aries (20 de marzo-19 de abril)
El carnero. Así llamado porque los carneros constituían la ofrenda a Ares, dios griego de la guerra. Es el primer signo zodiacal, de elemento fuego y regentado por el planeta Marte. Según las astrología, al coincidir con el comienzo de la primavera, las personas correspondientes a Aries poseen un carácter renovador y gran fuerza vital, a veces incluso excesiva, además de cualidades de líder.
Derivado del latín taurus, ‘toro’, el segundo signo del Zodiaco, ubicado entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano, pertenece al elemento tierra y simboliza la armonía con la naturaleza. De este bóvido destacan su vigorosa presencia y sensualidad y su espíritu calmado y paciente, así como su furia.
Es representado por dos figuras humanas iguales, pues simboliza hermanos gemelos (geminis en latín). Por ello, se dice que quienes están marcados por este signo de aire, cuyo planeta es Mercurio, tienen dos caras, es decir, sufren bajo una dualidad interna, que a veces los vuelve contradictorios.
Cáncer (21 de junio-22 de julio)
Este signo, cuyo nombre proviene del latín cancer, ‘cangrejo’. Se trata de un signo de agua y está regido por la Luna. El cangrejo de río o de mar que lo representa vive bajo su duro caparazón, que protege su sensibilidad interior y que le sirve de refugio para su timidez. Los nativos de Cáncer destacan supuestamente, por su paciencia, ya que, como el crustáceo, para avanzar se ven obligados a caminar de lado.
Los astrólogos lo llaman el León y se considera un signo de origen egipcio; en Babilonia se conocía como Gran Perro. Perteneciente al elemento fuego y regido por el Sol, se halla estrechamente unido a la cosecha, a la plena madurez del ciclo primavera-verano, de ahí la gran seguridad que se les atribuye a los nacidos bajo la influencia de este signo. Esta es una característica propia del animal que representa, una de las criaturas más poderosas, llena de energía y vitalidad, arquetipo del valor, la nobleza y el dominio.
Pertenece al elemento tierra y es regido por el planeta Mercurio. Su nombre procede del latín virgo, ‘virgen’, y es el único representado por una mujer. Al hallarse al final del periodo estival, simboliza la cosecha, de ahí que Virgo sea representada a veces sosteniendo dos espigas en la mano, por ser laboriosa, meticulosa y fiable en sus actividades. A los nacidos bajo el influjo de este signo, los astrólogos les atribuyen generosidad y disponibilidad para con los demás.
Esta voz significa en latín ‘balanza’, que representa la justicia, el arte y la espiritualidad. Se dice de los nacidos en Libra, el séptimo signo y de elemento aire, localizado en el justo medio del año astronómico, que son equilibrados, moderados, amantes de la armonía y la belleza pero también del refinamiento, a veces con tendencia a la superficialidad.
Las estrellas que conforman Escorpio, del latín scorpius, ‘escorpión’, se encuentran situadas entre las de Libra, Ofiuco y Sagitario. Este signo, del elemento agua y regido por el planeta Marte, evoca el otoño y, con él, la muerte y la transmutación, lo que viene asociado a la melancolía e intensidad sentimental. Asimismo, la fuerza, la decisión y la valentía son propios de este arácnido, que puede resultar peligroso o amenazante por su aguijón.
Sagittarius en latín, es el que lanza sagittas, ‘saetas’. Por esta razón, se suele representar por un centauro empuñando un arco hacia las estrellas, símbolo de la síntesis dinámica del hombre que vuela hacia su transformación de ser animal en ser espiritual. Gobernado por el planeta Júpiter, constituye el noveno signo, cuyo elemento es el fuego. En víspera del solsticio de invierno, las sociedades ancestrales, habiendo concluido las labores agrícolas, se entregaban a la caza.
Corresponde a la tierra, su planeta es Saturno y simboliza las montañas nevadas, el invierno de la vida, la vejez. Suele ser representado por una cabra (a veces con cola de pez), que es lo que viene a significar su nombre, derivado del latín capricornus, y este, a su vez, de capra, ‘cabra’, y cornu,‘cuerno’. Así, las personas que nacen bajo Capricornio se supone que son tenaces y superan fácilmente cualquier obstáculo.
Acuario (2o de enero-17 de febrero)
La penúltima constelación zodiacal está regida por Urano. Amo de Júpiter es el nombre que le dan los astrólogos, aunque tradicionalmente es conocido como el Aguador, que es lo que significa aquarius en latín. Este portador del líquido elemento suele estar representado por un hombre cargado con una o dos ánforas con las que derrama a chorros el agua de su interior. Es el encargado de engendrar las lluvias en el hemisferio norte. Por ello se dice de los nacidos bajo este signo que son humanitarios y sociables, amantes del progreso y los descubrimientos y, por consiguiente, abiertos a los cambios.
Duodécimo y último signo del Zodiaco, su nombre significa ‘pez’ y está representado por dos de estos animales. Nos hallamos en las semanas previas al equinoccio de primavera, en época de crecidas que hacen que los ríos vayan cargándose de agua, elemento de los piscis. De ahí que a estos se los asocie con la fluidez –en el sentido de moldeabilidad e inconsistencia–, contraria a lo estanco y encorsetado.