Congreso del Cáncer pide una lucha global e inclusiva contra la enfermedad
EFE
El Congreso Mundial del Cáncer abogó hoy por una lucha global e inclusiva contra esa enfermedad, que no discrimine a los pacientes por el coste del tratamiento o por su situación geográfica o económica, y que dedique a las mujeres, una de sus principales víctimas, una atención especial.
La jornada inaugural de este encuentro organizado por la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) recalcó que solo será eficaz una lucha en todos los frentes y que no olvide ni estigmatice a nadie.
El presidente de Francia, François Hollande, destacó que tener acceso a los tratamientos de última generación es «una reivindicación humanitaria», porque no se puede aceptar «que unos sean curados y otros no».
Está en juego, apuntó, evitar «años de vida perdidos, familias en duelo, juventudes rotas».
La reina de España, que ofreció igualmente uno de los discursos de apertura, señaló en esa misma línea que los tratamientos deberían ser asequibles y accesibles para todos, e incidió en la importancia de la investigación oncológica para poner freno a esa enfermedad.
«Más de la mitad de los cánceres más comunes se pueden evitar, por lo que, nunca mejor dicho, lo que comemos, bebemos y respiramos y la forma en que nos comportamos y vivimos son de vital importancia. Aquí todos vosotros sabéis qué quiero decir -señaló a los expertos- y también lo debería saber la población en general», señaló la reina Letizia.
Los debates y mesas redondas, que se clausurarán el 3 de noviembre, van a reunir a más de 3.000 expertos bajo el título «Hay que movilizarse para la acción, aceleremos el cambio».
La presidenta de la Liga francesa contar el Cáncer, Jacqueline Godet, advirtió de que para conseguir el impacto deseado, ganar calidad de vida y proteger a la población se requiere unión y determinación.
Godet hizo un llamamiento a los políticos, que deben dotar a sus respectivos países de «un plan ambicioso, duradero y al abrigo de los cambios presupuestarios», a los investigadores y a los actores sociales y económicos, «artesanos del éxito colectivo».
La experta sostuvo también la necesidad de implicar a los enfermos y allegados en las acciones que se dediquen a ese combate y especialmente a las mujeres, «porque si no se hace nada serán la primera víctima del cáncer muy pronto y cuando una está afectada toda la estructura social de una comunidad se pone en peligro».
Estamos «en un punto de inflexión, porque jamás los avances han sido tan espectaculares», concluyó Godet.
El director ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé, solicitó por su parte «nuevas formas de sinergia y liderazgo, porque no se puede permitir que haya descubrimientos de alto nivel a precios excesivos».
«El valor de la vida humana no debería depender de dónde se esté», dijo Sidibé, que señaló a modo de ejemplo que el 90 % de las muertes por cáncer de cuello de útero se dan en los países pobres, y que «150 millones de personas caen en la pobreza anualmente» por el coste de los servicios sanitarios y de los medicamentos.