Congresistas de Florida y trabajadores piden fin del cierre administrativo
EFE
Un grupo de legisladores demócratas de Florida, acompañados de trabajadores y sindicalistas, demandaron al presidente Donald Trump reabrir la Administración y detener las negativas consecuencias que el cierre parcial produce en los empleados.
Durante una rueda de prensa ofrecida desde el aeropuerto de Miami, la congresista Debbie Wasserman Schultz calificó de «indignante» que en el Senado se hayan bloqueado las propuestas demócratas de la Cámara Baja para reabrir la Administración,
Wasserman lamentó que el líder de la mayoría republicana en la Cámara alta sea «tan lacayo» del presidente Donald Trump, a quien «no quiere poner en una situación incómoda».
Debido a una falta de acuerdo con el Congreso en torno a la asignación de fondos al Gobierno de Donald Trump para construir un muro en la frontera con México, desde el 22 de diciembre el 25 % de la Administración está cerrado y unos 800.000 empleados han dejado de percibir su salario.
«Es inaceptable y ponen en riesgo las vida de los estadounidenses», recalcó Schultz, quien agregó que «la gran mayoría» de estadounidenses y las agencias de seguridad se oponen a la construcción del muro.
A su turno, la congresista Donna Shalala, señaló que urge que los empleados vuelvan al trabajo y «que los trabajadores de concesionarios sean pagados», y destacó que el cierre administrativo lo sufre principalmente el ciudadano de a pie.
La representante por el distrito electoral 27 de Florida recordó en la rueda de prensa, de la que también fue parte la congresista demócrata Debbie Mucarsel-Powell, los efectos del cierre durante el mandato de Bill Clinton, en 1995, el más largo hasta la fecha aunque el actual lo pasaría si llega a los 22 días de parálisis administrativa.
La dirección del Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) informó hoy que reducirá a partir del sábado y por tres días las operaciones de la terminal G, debido a la escasez de personal de seguridad en el control de escáner como consecuencia del cierre administrativo.
La medida afectará a los trabajadores de tiendas y comercios en esa terminal, muchos de ellos bajo sistema de subcontrata y que perderán esos días de salarios, como lo destacó Wendy Walsh, responsable de la filial local del sindicato Unite Here, que aglutina un gran número de trabajadores del sector de la hostelería.
«Hemos sido secuestrados por esta fantasía de Donald Trump, hay miles de trabajadores cuyos salarios no serán devueltos», resaltó la sindicalista, quien informó que solo en el aeropuerto de Miami hay un millar de trabajadores, muchos de ellos con un salario de 8,5 dólares la hora.
Por su parte, el controlador aéreo Billy Kisseaddoo puso de relieve que este viernes miles de trabajadores en el país recibieron su paga «con cero dólares», y que en el caso de sus compañeros de oficio la situación «se ha convertido en una gran distracción».
«Nuestra labor es muy difícil y estresante, y no deberíamos estar distraídos en hablar sobre cómo vamos a pagar nuestras cuentas, las escuelas de nuestros hijos, las hipotecas, los seguros de salud», manifestó.
«El Gobierno necesita estar abierto», señaló en declaraciones a los periodistas Romeo Rodríguez, un trabajador de la Oficina del Censo de EEUU que sostenía una pancarta en la que pedía el fin del cierre administrativo.
«Tenemos familias y no tenemos nada con que mantenerlas», reclamó por su parte un agente de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) especializado en manejo del escáner, y quien pidió al Gobierno acabar con el cierre.