Conflicto | Oposición sudanesa reta a la junta militar con grandes marchas
EFE
La oposición sudanesa echó hoy un nuevo pulso a la junta militar que lidera el país con multitudinarias marchas en las calles de la capital y otras ciudades para exigir el traspaso del poder a una autoridad civil, casi tres meses después del derrocamiento del presidente Omar al Bashir.
El Ministerio de Sanidad elevó a 7 las personas muertas durante las multitudinarias protestas que se han sucedido a lo largo del día en Sudán y convocadas por la oposición para exigir a la junta militar que gobierna Sudán que traspase el poder a uno civil.
Anteriormente, el Comité Central de Médicos, que agrupa a sindicatos opositores del sector, enumeró en una lista que publicó en su cuenta oficial en las redes sociales a al menos 101 personas que sufrieron heridas de distinta gravedad, en su mayoría en la ciudad de Umm Durman, vecina a Jartum en al otra orilla del río Nilo.
El Comité, que ha informado de las víctimas en las protestas desde el comienzo el pasado diciembre de la revuelta popular en Sudán, ha asegurado, por su parte, que cuatro personas perdieron la vida en Umm Durman.
Los fallecidos son un hombre de 50 años, un joven en sus 20 y otro hombre cuya edad no fue especificada, así como una cuarta víctima que no ha podido ser identificada hasta el momento.
Asimismo, la agrupación de sindicatos señaló que hay muchos heridos en estado crítico por disparos de «las milicias del Consejo Militar Transitorio», en referencia a la junta militar que detenta el poder desde el pasado 11 de abril.
Mientras, el vicepresidente de la junta militar sudanesa, general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como «Hemedti», acusó hoy a «infiltrados» de apostarse como «francotiradores» y de disparar al menos a cinco manifestantes y tres miembros de las fuerzas de seguridad cerca del hospital militar de Umm Durman, ciudad vecina de Jartum.
En un discurso público, indicó que los tres soldados heridos son miembros de las controvertidas Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), de las que él es comandante y que fueron acusadas del desalojo violento de la protesta permanente en Jartum el pasado 3 de junio.
Las de hoy son las primeras movilizaciones multitudinarias desde la represión que a principios de mes costó la vida a decenas de personas, «mártires de la revolución» que este domingo están siendo recordados por los manifestantes en sus marchas.
«Hemedti» advirtió de la presencia de infiltrados y saboteadores que pueden aprovechar las manifestaciones, y aseguró que sus hombres actuarían para «contener la situación».
Por su parte, la policía de Jartum afirmó en un comunicado que algunos «desconocidos» abrieron fuego contra los manifestantes cerca del hospital de Umm Durman e hirieron a tres de ellos, además de a tres miembros de las FAR.
La oposición ha denunciado que las fuerzas de seguridad han empleado gases lacrimógenos, así como balas contra los manifestantes, y el Comité de Médicos aseguró que también abrieron fuego en el interior del hospital de Al Qadarif (este).
Las manifestaciones dieron comienzo a las 13.00 hora local (10.00 GMT), a pesar de las altas temperaturas, que rondan los 40 grados, y prosiguieron a lo largo de la tarde, especialmente numerosas en Jartum, Jartum Norte y Umm Durman.
Las Fuerzas de la Libertad y el Cambio convocaron estas marchas, denominadas «del millón», para reunir a un gran número de personas y presionar a la junta militar para que entregue el poder a una autoridad civil «sin condiciones previas ni dilaciones».
A pesar de los llamamientos de la coalición opositora para que los manifestantes se dirigieran al palacio presidencial, las fuerzas de seguridad cerraron las calles que llevan hasta el lugar y obligaron a los organizadores a designar otros puntos para que las marchas convergieran.
Al ponerse el sol, la mayor parte de los manifestantes se habían retirado de las calles, tal y como constató Efe, después de un día calificado de «histórico» por la oposición, que destacó que las marchas habían sido multitudinarias y pacíficas, con el fin de conseguir los «objetivos revolucionarios».
La revuelta popular dio comienzo en Sudán el pasado mes de diciembre y culminó el 11 de abril con el derrocamiento de Al Bashir a manos del Ejército.
Desde entonces, los grupos y partidos opositores al dictador exigen a los generales que entreguen el poder a un gobierno transitorio integrado por civiles, pero las negociaciones con la junta militar para acordar la formación de ese ejecutivo han sido lentas y complicadas.
El diálogo colapsó el pasado día 3 por la represión de los manifestantes, que suspendieron sus movilizaciones momentáneamente pero no han dudado hoy en volver a salir a las calles y exigir un cambio real y global.